http://www.udmelilla.es/

En un alarde de sinceridad, VICTOR BRAVO, envuelto en ese gran sentido del humor que le caracteriza, se sienta hoy con nosotros en el banquillo para hablarnos de su vida profesional y personal.
VICTOR DANIEL BRAVO DE SOTO VERGARA, nació en Zaragoza el 23 de agosto de 1983. Se inició como futbolista en las bases del ESTADIO CASABLANCA de su ciudad natal. Su talento con el balón no pasa desapercibido, y en 1998 llega a LA MASÍA del F.C. BARCELONA, donde permanece dos años cuando, superado por la presión y la ferrea disciplina de la residencia de los jóvenes talentos del Barça, decide volver a Zaragoza. En el 2003 ficha por el CALAHORRA, equipo que anda a caballo entre la 3ª y la 2ª B, y en el que permanecería durante una sola temporada. En el 2004 volvió casa para fichar por la S.D. HUESCA. Su temporada en el conjunto maño despertó el interés de un equipo puntero por aquellos días en la 2ª B, el BURGOS. Pero la trayectoría de VÍCTOR BRAVO toma impulso en el año 2006, cuando el filial del ATLÉTICO DE MADRID se hace con sus servicios, llegando a debutar con el primer equipo y pasando así a engrosar la primera plantilla del equipo de las orillas del Manzanares. Pero en el 2007, el club rojiblanco decide rescindir su contrato. Sin ninguna oferta en Primera, BRAVO decide marcharse al UNIVERSIDAD DE LAS PALMAS, equipo en el que permanece una temporada. MÉRIDA y PONTEVEDRA concluyen el periplo del centrocampista que, en julio de 2010, ficha por la U.D. MELILLA, su actual equipo, y del que se ha convertido en titular indiscutible, sobre todo por su gran visión de juego facilitada, sin duda, por su depurada técnica.

U.D.M. ¿Cuándo se pone VÍCTOR BRAVO por primera vez unas botas?
V.B. La verdad es que no lo recuerdo, pero supongo que tendría seis o siete años.
U.D.M. ¿Y cuándo descubres que quieres hacer de ésto tu profesión?V.F
V.B. Creo que lo descubrí muy tarde porque sino no hubiese hecho tantas locuras como hice. Mi problema fue que estuve en sitios, como el Barcelona, donde la gente se lo tomaba en plan profesional mientras que a mí, además del fútbol, me interesaban otras cosas. Ahora miro atrás y pienso en lo tonto que he sido, pero con esa edad me costó mucho. Creo que fue la segunda vez que salí de casa, cuando me marche al BURGOS, cuando empecé a tomármelo realmente en serio.
U.D.M. ¿Qué partido recuerdas como el más importante de tu carrera?
V.B. El más importante fue cuando debuté en el Calderón de titular, y además contra el Zaragoza, siendo Aguirre entrenador del Atlético de Madrid. Fue perfecto: nos enfrentábamos al equipo de mi ciudad, era televisado y jugaba contra amigos de la infancia, con los que había ido creciendo, ellos en el Zaragoza y yo en otros equipos, y que acababan también de dar el salto ese año a la Primera División. Fue el mejor día de mi vida, futbolísticamente hablando.
U.D.M. ¿Qué aporta el fútbol a tu vida?
V.B. Ahora mismo, todo. Es alegría, es bienestar, es dinero, es comodidad... Ahora es cuando te gusta todo lo que rodea al mundo del fútbol: cuidarte, seguir una dieta, ir al gimnadio, pensar en el partido del domingo... Lo disfrutas más que cuando tienes 20 años, y más cuando te vas dando cuenta de que cada vez te queda menos tiempo para seguir con ésto.
U.D.M. ¿Es el fútbol lo primero en tu vida?
V.B. El fútbol es una de mis prioridades porque es mi trabajo y es mi vida, pero también tengo otras como mi familia o mi novia.
U.D.M. ¿Crees qué el fútbol es injusto?
V.B. Creo que tiene más momentos malos que buenos. Estoy convencido de que todos los futbolistas, a excepción de los de los grandes equipos, tienen muchos momentos malos. La mayoría de los jugadores que militan en esta categoría no cobran, yo personalmente no tengo ningún ascenso a 2ª División, las lesiones... Los momentos buenos los puedes contar con los dedos de una mano. Son muchas las decepciones que te llevas porque son muchos los equipos que quieren ascender y muchos los jugadores con objetivos que no se consiguen. Pero, a pesar de ello, merece la pena vivir esos pocos momentos buenos.

U.D.M. Actualmente te encuentras involucrado en el proyecto de bases de la U.D. MELILLA, ¿qué dirías a esos chavales que esperan y desean llegar algún día a lo más alto?
V.B. El consejo que les daría es que sean felices, que disfruten del fútbol, que no se dejen influeciar por otras personas, especialmente por amigos a los que no les gusta este mundo, porque a la larga te das cuenta de lo bonito que es y que hay que aprovechar desde el principio todas las oportunidades.
U.D.M. ¿Y a los padres?
V.B. Que dejen disfrutar a sus hijos.
U.D.M. ¿Cuál es la persona que más ha influido en tu carrera?
V.B. Mi padre. De no haber sido por la ilusión que él tenía puesta en que yo fuera futbolista, quizá me hubiera rendido hace tiempo. Su apoyo y sus palabras de ánimo ha sido lo que me ha hecho seguir adelante en los momentos duros en lugar de tirar la toalla.
U.D.M. ¿Cuál ha sido tu mejor momento futbolístico?
V.B. Los últimos tres años. Estas tres temporadas en Mérida, Pontevedra y ahora Melilla, me he sentido y me siento muy contento con mi rendimiento, porque creo que he alcanzado una madurez en el fútbol y éso se nota en el campo, jugando a un buen nivel y disfrutando con ello.
U.D.M. ¿Y el peor?
V.B. Tengo dos: el primero, cuando tenía 20 años y estaba en el Huesca, sabiendo que había tenido la oportunidad de estar en el Barça y ver como compañeros míos estaban empezando a debutar en Primera. Ahí fue cuando me di cuenta realmente del error que había cometido. El segundo, cuando el Atlético de Madrid me comunicó que prescindía de mis servicios. Había debutado en Primera y había hecho buenos partidos. Ver que el equipo no quería renovarme, que no había ningún equipo de Primera División interesado en mí y tener que volver a 2ª B fue un palo para mí.
U.D.M. ¿Lees mucho la prensa deportiva?
V.B. Poquísimo.
U.D.M. ¿Y qué es lo que más duele, lo que se dice en los periódicos o lo que se escucha en las gradas?
V.B. A mí, personalmente, lo que más me duele es no jugar bien. Cuando he jugado bien y me han criticado, me ha dado lo mismo. Lo que más me preocupa es no encontrarme en forma.
U.D.M. Los malos resultados, ¿ayudan a equivocarse?
V.B. Ayudan a precipitarse y a generar nerviosismo e inseguridad. En nuestro caso hemos tenido dos malas rachas y hemos sabido solucionar bien las dos. Estoy convencido de que aún estamos a tiempo de meternos en play - off. Es difícil y hay poco margen para el error, pero mientras hay vida, hay esperanza. Lo importante es ilusionarse y creer que se puede.

U.D.M. ¿Cuál crees que es la causa de que se hagan grandes partidos cuando se trata de jugar con los que son, en teoría, los equipos fuertes del Grupo y se tropieza con los de abajo?
V.B. Creo que la respuesta es que ésto es fútbol y que cualquiera puede ganar a cualquiera. En un partido se dan circunstancias que a veces te favorecen y otras te perjudican. Por ejemplo, el día del Lorca se jugó bien y, sin embargo, una decisión arbitral nos condicionó todo el partido.
U.D.M. Una lesión puede sacar a uno del fútbol, ¿tú estarías preparado para ello?
V.B. Lo he pensado mucho. Los jugadores de 2ª B estamos muy expuestos a que una lesión grave nos retire definitivamente. Preparado, sí estoy. Tengo mis estudios realizados, mi trabajo perfilado en la empresa de seguros de mis padres, y el día que deje el fútbol me dedicaré al negocio familiar, que además es algo que me gusta. Lo que tengo muy claro es que después del fútbol hay una vida.
U.D.M. Muchas gracias, Víctor. Y, como se suele decir, encantados de haberte conocido.