Óscar Rodriguez, (ex-Écija) de Sevilla al Olimpo

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Óscar, durante un partido de la temporada pasada con su ahora ex equipo, el Écija, donde fue capitán.
Óscar, durante un partido de la temporada pasada con su ahora ex equipo, el Écija, donde fue capitán. Rodelas D.

Tras siete temporadas en Segunda B, el ex sevillista Óscar Rodríguez (33 años) busca nuevos retos y no ha dudado en mudarse a Pýrgos, donde jugará en el Paniliakos, de la segunda helena
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- ¿Qué tal la aventura griega?
- Llevo sólo unos días aquí. El mercado cerró el día 2 y, aunque llevábamos hablando varias semanas, no se concretó hasta el día 1. Viajé, firmé el contrato, me entrené, me presentaron e incluso disputé ya un amistoso ante el Asteras Trípolis. La liga empieza en 15 días.

- Ya en mayo, en una charla con ESTADIO, aseguraba que sería difícil seguir en el Écija y hablaba de la posibilidad de salir.
- Me apetecía. Tuve propuestas de Tailandia, de Italia. Esperé hasta el final y estaba ya nervioso, pero al final tuve que elegir entre tres ofertas. El Paniliakos era lo que más me convencía, en lo deportivo y en lo económico. Estando ya aquí recibí una buena oferta de Hong Kong. Tal vez el año que viene...

- ¿Le acompaña alguien?
- Nadie. He venido solo. Ni me lo pensé. Me llamaron el día antes y le dije a mis padres: ‘Me voy a Grecia’. Y mis padres: ‘¿Cómo?’. Se quedaron sorprendidos, pero lo tenía más que decidido. Estaba bajo de moral, no sólo por verme sin equipo tan avanzado el verano, sino por la situación del fútbol. Me dio un bajón importante, pero gracias a Dios la espera tuvo recompensa.

- ¿Qué le ofrecían fuera que no tuviese España?
- De España también tuve ofertas, pero algunas eran de Tercera, y creo que todavía tengo nivel para jugar en una categoría mejor, y otras de Segunda B, que no me interesaban porque, o bien no había un proyecto ambicioso en lo deportivo o no me convenían en lo económico.

- ¿Contento con su elección?
- Sí, feliz por volver a jugar en segunda tras muchos años en Segunda B. Quiero competir y aspirar a cosas importantes. Aquí, el objetivo es meternos en los ‘play offs’ y lograr el ascenso. Creo que puedo ofrecer un gran rendimiento. He elegido el dorsal 28, que fue el que llevaba en el primer equipo del Sevilla, el año del último ascenso a Primera división (2001/2002).

- La suya es una voz autorizada para hablar de la crisis en el fútbol modesto.
- Hay una crisis económica enorme, pero también hay clubes que la aprovechan para abusar de los jugadores. No los valoran. En Segunda B hay chavales de un nivel enorme a los que le ofrecen miserias por jugar. Ofrecen poco sabiendo que, si no tienes otra cosa, lo aceptarás y, si no, ya vendrá otro. Hay ofertas con las que te cuesta dinero jugar al fútbol. Este año arriesgué. Pude seguir en el Écija, que hizo un esfuerzo, pero la propuesta era muy baja y decidí esperar.

- La situación socioeconómica de Grecia es muy complicada. ¿Le ha dado tiempo a notarlo?
- La situación aquí es difícil, como en muchos otros países, pero en el fútbol no he notado tanto la crisis. Es una categoría más alta y sólo llevo unos días aquí, pero no veo tanta ansiedad y tanto estrés en el día a día. Sé que hay problemas de pago en el fútbol griego, pero muchos equipos cumplen. A mí me han garantizado que cobraré mi ficha.

- Es el único español de la plantilla. ¿Cómo está siendo la integración en el vestuario?
- Lo llevo bien. He aprendido ya algunas palabras básicas en griego, sobre todo las relacionadas con los movimientos en defensa, que es mi posición. Y con los compañeros chapurreo algo de inglés (poco, aclara entre risas). Me han recibido muy bien. Me fueron a recoger al aeropuerto, me reservaron habitación en un
hotel mientras encuentro casa...

- ¿Nota que el jugador español está ahora de moda?
- Sí, se nota. Sólo por ser español ya se supone que tienes un nivel alto. Mis compañeros me lo dicen. Saben que he jugado en Primera y en Segunda en España y me respetan mucho por eso. De todos modos, aquí hay mucho nivel. Llevo poco tiempo, pero no veo mucha diferencia entre la segunda española y la griega.

- Usted destacó en el Sevilla B y durante dos años (02/03 y 03/04) formó parte del equipo sobre el que se cimentó el luego llamado ‘Sevilla de los títulos'.
- La transformación fue poco a poco. Subimos a Primera y creamos un grupo humano muy bueno en torno a Caparrós y eso nos dio el éxito. Había muchos canteranos. Con gente joven y con hambre y con retales de otros equipos hizo un equipazo. Y fuimos a más. Y al año, aún más.

- ¿Qué aprendió en esos años?
- Aprendí mucho. Sobre todo, a saber que en el fútbol hay que ser siempre humilde y currártelo cada día, porque nadie te va a regalar nada. También que la unión y la armonía de un vestuario es esencial. Eso también me marcó mucho.

- Compitió con Pablo Alfaro y Javi Navarro, la mejor pareja de centrales de la historia del Sevilla.
-Jugar no era fácil. Muchas veces me han dicho algunos amigos: ‘Sino llegan a estar esos dos, hoy serías capitán del Sevilla’. Y luegoestaba Prieto, en sus últimos años, y llegó Aitor Ocio... Había que esperar la oportunidad. Aun así, en la primera temporada jugué 26 partidos entre Liga y Copa.

- Y además de ellos, pedía paso un jovencito. Un tal Sergio Ramos.
- Sí. A Sergio le dejé las botas en uno de sus primeros entrenamientos y eso no se le puede olvidar (risas). También estaba ya por allí Navas, que era muy tímido. El club me invitó a su despedida.

- Otro canterano que despuntaba era el eterno Antonio Puerta.
- Todos los que tuvimos la suerte de convivir con él sabemos que era una persona extraordinaria. Desprendía alegría, no tenía nada suyo... fue un palo fuerte para quienes le conocíamos, especialmente para los canteranos. Y además de lo personal, el futbolista que perdimos. Con 22 años estaba en la selección y hoy seguro que no estaría en el Sevilla, estaría ya en alguno de los ‘grandes’.

- ¿Mantiene relación con alguno de sus excompañeros?
- Con muchos. Con Pablo Alfaro, con Javi Navarro, con Paco Leal, con Carlitos... hablo mucho con ellos. Con Sergio Ramos mantengo el contacto por whatsapp y con Reyes juego mucho al pádel. Con Paquito Gallardo, que está en Hungría, también hablo mucho.

- Coincidió con Pepe Mel en el Poli Ejido. ¿Qué tal?
- Muy bien, lo jugué todo con él hasta que le destituyeron. Es un gran entrenador y a la vista está todo lo que está logrando con el Betis. Le conozco personalmente y sé que su éxito está en el trato al futbolista. Le veo mucho parecido con Caparrós, porque son entrenadores que hacen vestuario y hacen mejor al jugador. De hecho, veo al Betis de hoy como a aquél Sevilla de Caparrós. Gente con hambre que superan retos.

- Además de con Mel, en el Écija coincidió con otros béticos ilustres como Roberto Ríos o Gordillo. ¿Cómo recibieron a un canterano sevillista como usted?
- Pues bastante mejor de lo que me esperaba (risas). Roberto, José Antonio y Rafael Gordillo, José Mari, Ramón Moyano... Me han tratado muy bien siempre. Rafael Gordillo incluso se ofreció para ayudarme a buscar equipo. Desde el principio, he estado muy a gusto durante estos cinco años en el Écija y le deseo lo mejor.

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