Carlos Ruiz: «Me fui triste pero me alegraré si el Granada sube»
El bastetano, enrolado en el Melilla, reconoce que su ex equipo es la referencia del grupo y le desea suerte «para después del domingo»
Carlos Ruiz (Baza, 1983) suda ahora la camiseta del Melilla después de haber recorrido cientos de kilómetros con el escudo del Granada en el pecho durante dos temporadas. En esa etapa conoció más sinsabores que momentos de gloria pero jamás mereció un sólo pitido de la grada. El domingo se verá las caras con su anterior equipo, al que lleva en el corazón, y seguro que volverá a derrochar la profesionalidad que lo ha convertido en un fijo para Andrés García Tébar, como en su momento lo fue para Óscar Cano y Pedro Braojos.
«Estoy contento porque participo mucho y el míster confía en mi. Además, estamos arriba y aspiramos a clasificarnos entre los cuatro primeros», resume el bastetano. Su salida del Granada estuvo motivada por la llegada de los inversores y la nueva dirección deportiva, que sólo confió en Javi García y Manolo Lucena. Fue un momento agridulce. «Tenía una temporada más y me hablaron de seguir otras dos. Yo acepté pero no firmamos nada. Después llegaron Pina y Cordero y me pidieron que esperara un tiempo. Al final, a mediados de julio me dijeron que no contaban conmigo y fue un palo», relata.
Carlos Ruiz se puso a buscar equipo y recibió la llamada del Melilla. Después de pasar por Arenas, Baza y Granada, la perspectiva de salir por primera vez de la provincia le generó algunas dudas. «Al principio lo vi con temor. Hablé con compañeros que habían jugado aquí y se despejaron mis dudas. Me dijeron que era una gran ciudad, que se vivía a gusto, que pagaban y que el proyecto era ambicioso. No me lo pensé», indica.
Se abre una puerta
El nuevo Granada le cerró la puerta al centrocampista pero el mercado le abrió otra no menos interesante. «No hay mal que por bien no venga. Estoy jugando en un equipo que está arriba y que aspira a todo. No me puedo quejar».
El Melilla ganó el primer partido de liga pero después encadenó dos empates y una derrota. La reacción desde entonces fue impecable. Cuatro derrotas que encaramaron a los norteafricanos a la zona alta de la tabla, para lograr el liderato pocas jornadas después... hasta que el Granada se lo arrebató el primer domingo de noviembre. «Nos caracterizamos por la solidez defensiva y porque nos gusta tener el balón. Creamos muchas ocasiones pero nuestro talón de aquiles es que nos cuesta un poco concretarlas», analiza. Carlos Ruiz subraya la gran calidad media de sus compañeros y el hecho de que algunos de ellos han jugado en Primera y Segunda A. «Hay que atar en corto a todo el equipo, con especial atención a Andrés Ramos, Pablo García o Manolo Pérez».
El Melilla no acaba de asentarse en casa y aunque no ha perdido en el Álvarez Claro, ya ha cedido tres empates -entre ellos, los dos últimos encuentros en casa-. «Tenemos que mejorar esos números. Un equipo que quiere estar arriba tiene que empezar por asegurar esos puntos», indica. El campo, desde luego, no es una olla a presión. Alrededor de 1.200 espectadores de media, «que nada tienen que ver con lo que yo mismo he experimentado en Granada, aunque espero que mejore con el paso de la liga».
El centrocampista sigue de cerca las evoluciones de su ex equipo y no duda en definirlo como la referencia del grupo y de toda la categoría. «Tuvo un comienzo dubitativo pero se ha asentado y es un equipazo. Medirnos a ellos este fin de semana va a servir para saber cuál s nuestro nivel y si podemos aspirar a disputarle el primer puesto. Por nombres y por su currículum, el Granada es el mejor», reitera.
Carlos Ruiz no ha tenido oportunidad de ver aún a su ex equipo en directo pero si mantiene contacto con Javi García y Manolo Lucena, sobre todo que el segundo. «Somos muy amigos desde que coincidimos de juveniles en el Imperio y hablamos todas las semanas. Creo que los dos merecen disponer de más minutos porque tienen calidad de sobra para jugar ahí», remarca.
Dos años fabulosos
Pese a esa salida abrupta del club, el bastetano no guarda rencor. «Pasé dos años fabulosos y la afición me quería. Recibí muchos mensajes de apoyo cuando me marché y eso no se olvida», confiesa. Por ese motivo, Carlos Ruiz disfrutará si el Granada cumple el objetivo del ascenso. «Me fui triste pero me alegraré si sube. Lo merece la afición y la ciudad, que es la mía». El centrocampista, que en Melilla ha dicho adiós a los problemas de pago, le desea toda la suerte del mundo a su ex equipo, pero con un matiz temporal: «Del domingo en adelante».
Ideal Granada
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