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Aunque lo cierto es que, recién comenzada la temporada, sólo un equipo no sabe lo que es puntuar en el Grupo IV Segunda B, el Atlético Sanluqueño, el Córdoba B ya puede decir que sabe lo que es sumar en la categoría de bronce. Ayer firmó un merecido punto en Almería, un equipo que el pasado año quedó quinto y que cuenta con la fortaleza de tener a un club de Primera suministrándole gasolina.
Además, hay que tener presente que el filial jugó sin hombres clave, casos de Bernardo y Gálvez, con el primer equipo al estar lesionados Armando y Pelayo, así como Juan Guerra, que cumplió el primero de sus dos partidos de sanción por la expulsión contra el Melilla. Ausencias que Puche decidió cubrir con gente del juvenil a la que no llevó por llevar.
"Vamos
a hacer lo posible para consolidar la categoría", comentaba el técnico
cordobesista a los compañeros de Almería, pero "el verdadero éxito de
cantera es que haya tres juveniles en el partido de hoy". Y es que si
Sebas debutó a sus 16 años en Segunda B, además José Antonio González
sentó a Mane en el banquillo y Sergio Domínguez fue elegido como uno de
los recambios dejando inédito a Mendi. Con todo ello, Puche vio un partido donde le pareció "justo" el empate, "ya que ambos equipos hemos tenido ocasiones para llevarnos el partido". El técnico valoró especialmente el punto porque el filial rojiblanco "es un equipo muy vivo, muy rápido y que juega muy bien al fútbol".
El ritmo de juego fue alto, pero el Córdoba B no acusó ese carácter unido lógicamente a una categoría mucho más profesional. "Fuimos asentándonos poco a poco y, sobre todo, en la segunda parte tuvimos ocasiones claras. A partir de los errores se creaban opciones para ambos equipos". El domingo, más en Guadalajara.
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