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Hay equipos que no han empezado su pretemporada y ya se ha producido la primera destitución en un banquillo. Ha sido en el del Paradas con una historia que deja ver la enorme influencia que tienen algunos futbolistas en conjuntos del fútbol modesto. El damnificado ha sido Salvador Sánchez Ruiz, según se dice desde la entidad de La Campiña, por una “decisión técnica”.
El Paradas comenzó su trabajo estival el pasado lunes. Todo iba bien hasta que en la sesión del martes Salvador Sánchez Ruiz se percató de un futbolista que no entraba en sus cuentas, así que preguntó a su ayudante de quién se trataba. “Es Joaquín Rodríguez, exjugador del Sabadell y que la pasada temporada fue entrenador aquí”. Esto último no fue del agrado de Sánchez Ruiz, quien rápidamente paró el entreno y le ordenó a Joaquín que lo abandonara ya que no entendía que el entrenador del pasado curso estuviera en el equipo este año. “Aunque no lo hizo, pero no quería a nadie que pudiera cuestionar mis ideas”, apunta el propio Salvador Fernández Ruiz.
La conversación se produjo sin discusiones, pero la expulsión de la sesión dejó ‘tocado’ a Joaquín, así que la directiva del Paradas decidió tomar cartas en el asunto.
Es cuando aparece en escena Ezequiel Espinar, presidente de la entidad albivioleta, y quien decide que Sánchez Ruiz no puede seguir en el banquillo del equipo. “El pueblo se entera de que hemos echado a Joaquín, y no hacemos un carnet de abonado; es como si le ocurriera a Manolo Jiménez en el Arahal”, compara Espinar, a la vez que aclara que “Salvador admitió que se había equivocado y pidió perdón porque no sabía quién era Joaquín”.
¿Y ahora qué? El Paradas busca técnico, pero, mientras llega, es Jorge Lara, el segundo del destituido, quien dirige los entrenos. En cuanto a Salvador Sánchez Ruiz, se queja: “Los entrenadores lo que queremos es entrenar, y por lo pronto estoy sin equipo”.
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