¿Has
sentido alguna vez que aquello que estabas realizando parecía que salía
solo, sin esfuerzo? ¿Has tenido la sensación de que dominabas
perfectamente la tarea de la que te ocupabas y el tiempo pasaba sin
darte cuenta porque estabas totalmente absorto y disfrutando?
Todos
hemos experimentado alguna vez esta sensación, ya sea en el trabajo,
practicando nuestras aficiones o por supuesto, en el deporte; sin
embargo, puede que desconociéramos este término. Su nombre es “flow” o
fluir, y el autor principal que estudió este fenómeno es M.
Csikszentmihalyi, el cual lo asoció con una mejora en el rendimiento y
describió nueva dimensiones que tienen que darse para que experimentemos
esta sensación de fluir:
1.
Equilibrio desafío – habilidad: cuando nos enfrentamos a una
competición o a una tarea nueva en el trabajo, nos estamos enfrentando,
en definitiva, a una situación que implica un desafío pues nos exige dar
lo mejor de nosotros mismos para salir exitosos de ella. Si percibimos
que tenemos los recursos suficientes para hacerle frente, existirá ese
equilibrio.
2. Fusión
acción – atención: es la expresión máxima de cuando todo sale solo, no
tenemos que pensar cada paso que vamos a dar. La actividad parece
automatizada y no hay pensamientos, emociones o incluso dolor que nos
moleste.
3.
Metas claras: una meta claramente definida ayuda a focalizar la
atención y proporciona a la persona el camino que debe seguir en todo
momento para que pueda centrarse claramente en la tarea, evitando
distracciones innecesarias.
4.
Feedback sin ambigüedad: alude al conocimiento que tienen los
deportistas acerca de cómo marcha la situación, ya sea a través de
elementos internos (por ejemplo, sus movimientos) o externos (como los
comentarios del entrenador). Esta retroalimentación continua e inmediata
permite al deportista ir ajustando su ejecución en el caso de que no
sea la adecuada o tener la confianza y seguridad de que todo marcha
bien.
5.
Concentración en la tarea: cuando las metas están claras, el feedback
es inmediato y las capacidades se enfrentan a un desafío adecuado, aún
se necesita toda la atención posible para realizar la tarea con éxito.
6.
Sensación de control: durante el estado de flow la persona suele
percibir una sensación de control absoluto de la situación, se siente
completamente seguro de que es capaz de realizar la tarea y alcanzar los
objetivos propuestos sin esfuerzo aparente, aunque estos sean
difíciles.
7.
Pérdida de conciencia del propio ser: desaparecen los pensamientos
negativos, las preocupaciones por lo que piensen los demás y la atención
está completamente centrada en la tarea y en el feedback que su cuerpo y
la situación le proporcionan.
8.
Transformación del tiempo: es el resultado de la concentración total: o
el tiempo se ralentiza y percibimos cada detalle o por el contrario,
pasa muy deprisa.
9. Experiencia autolética: disfrutamos, y mucho, mientras estamos realizando la actividad.
Si
quieres fomentar tus experiencias de fluir, estate atento a los
artículos, pues iremos repasando cómo puedes fomentar cada una de ellas.
Bienvenidos a la experiencia de flow.
Zoraida Rodríguez Vílchez
@ZoriPsicologa
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