Derroche de casta sin premio

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Gerrit observa el tanto definitivo de Arkaitz.
¡Qué cerca estuvo! El Palo rozó el sueño de ascender a Segunda División B ante los más de 7.000 espectadores que se presentaron en El Plantío para apoyar a los suyos. El ambientazo no intimidó a los hombres de Dani Pérez, que supieron igualar hasta en dos ocasiones el marcador y metieron el miedo en el cuerpo a los burgaleses. Todo ello, pese a quedarse con un hombre menos tras la más que rigurosa expulsión de Nacho Aranda a falta de 40 minutos para el final. Los malagueños tuvieron que redoblar esfuerzos, pero el tanto de Arkaitz acabaría rematando a los visitantes, que aún dispondrían de una ocasión para marcar en el descuento.



Partidazo espectacular entre dos equipos que lucharon con todas sus armas por lograr el ascenso. Calderé, crítico con la actitud de jugadores y público en el partido de ida, tuvo que ver cómo un aficionado saltaba al terreno de juego para insultar a Loren y como el colegiado mandaba a Nacho Aranda a la caseta antes de tiempo por una acción que debió costarle sólo la amarilla.

Y eso que las cosas pintaban muy felices para el Burgos con el tempranero gol de Carralero. El delantero gaditano anotó su 26 tanto de la temporada a los 8 minutos de partido, un mazazo del que costó sobreponerse el cuadro malagueño. Con el paso de los minutos, Francis Flores y Gerrit comenzaron a tener más influencia en el duelo y las ocasiones empezaron a cambiar de área. Aurreko asumía el reto de frenar las acometidas paleñas tal y como hiciera en San Ignacio. Pero esta vez no tuvo tanta estrella. Loren se convirtió en mero espectador durante buena parte de la primera parte y el miedo empezaba a palparse en las gradas. Un tanto daba el ascenso virtual a los de Dani Pérez, aunque el descanso desató la tranquilidad.

Restaban 45 minutos por delante y el nerviosismo no se hacía presa de un experimentado equipo paleño. La presión estaba en el tejado de los locales, sobre todo después de que Gerrit silenciase El Plantío con su gol en el inicio de la segunda mitad. El mejor jugador paleño durante los 180 minutos ponía por delante en la eliminatoria a los suyos gracias al valor doble de los goles fuera de casa.

Pero el destino aún tenía más obstáculos preparados para la carrera paleña hacia su sueño. Una falta lateral de José Ángel se coló en la portería de Loren sin que nadie tocase el balón. Sin tiempo para digerir el 2-1, un error en el despeje de Nacho Aranda obligó al central malagueño a frenar la internada de Arkaitz. A su lado marchaba Jesule, pero el colegiado determinó que era el último hombre y le expulsó con roja directa. Quedaban 30 minutos por delante. Pero si algo ha demostrado el equipo de Pablo Guede y Dani Pérez durante toda la temporada es que no se rinde con facilidad. Pese a la ventaja y la superioridad numérica de los locales, las ocasiones eran para los malagueños. En una de esas apareció Gerrit por el segundo palo para acongojar del todo a Calderé. A 25 minutos del final, El Palo rozaba el cielo con las manos. Tocaba sufrir y remar. El Burgos sacó toda su artillería y encontró el premio que buscó. Arkaitz batió a Loren y puso de nuevo al Burgos por delante. El banquillo paleño salió en busca de una épica demasiado familiar. La gloria pasó por delante en el descuento, pero dio la espalda esta vez. La primera bala se había esfumado entre los dedos, pero el campeón siempre cuenta con una bola extra para volver a intentarlo.

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