Pedro Buenaventura demuestra que es todo un caballero con sus respuestas.

El sevillano se despide de la afición del Sanluqueño tras la decisión de la directiva de no ofrecerle la renovación "Estoy un poco triste más por lo que para mí significa este club que porque no quieran contar conmigo"

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La buena temporada del Atlético Sanluqueño no ha bastado para que Pedro Buenaventura siga al frente del equipo. El técnico sevillano aterrizó el pasado mes de julio para protagonizar su segunda etapa en el club verdiblanco después de la exitosa vivida hace 23 años. Deja al equipo en Segunda B, cumpliendo los objetivos y con la tercera mejor clasificación de su historia en la categoría.


-¿Asimilándolo?

-Estoy un poco triste más por lo que para mí significa este club que porque no quieran contar conmigo. He estado en 15 clubes y siempre he reconocido que el Sanluqueño para mí es especial. Es el equipo que me dio la primera oportunidad de trabajar en Segunda B, es mi segunda vivienda, hay unos vínculos personales estrechos".

-Como bien dice en su blog, 'Misión cumplida'.


-De alguna forma era uno de los miedos que yo podía tener a la hora de aceptar este reto, de que esa buena sintonía que tengo con el club y la ciudad se pudiera romper por los resultados. Afortunadamente no ha sido así sino todo lo contrario y si hubiera podido elegir la forma (de salir) quizá ésta habría sido una de ellas.



-Si se han cumplido todos los objetivos, ¿no es extraño que no se le ofrezca seguir?

-Parte de la reunión que tuvimos ayer -por el miércoles- Manolo Fernández trataba de alguna forma de explicarme lo que ellos podían haber pensado pero yo se lo facilité mucho. Igual que no me dieron ninguna explicación cuando me contrataron, aunque sí estaba claro lo que me dijeron que buscaban de mí, ahora tampoco me tienen que dar ninguna explicación de por qué no quiere contar conmigo. No me iba a justificar su decisión ni a mí me interesaba conocerla. Me imagino que en el proyecto deportivo que tienen pensado no era de su agrado que yo participara. Sí sé lo que me propusieron el año pasado y me gustaría dejarlo claro. Por los motivos que me eligieron fue: primero, porque conocía el club; segundo, porque era un entrenador experto o muy experto en la categoría; y tercero porque ellos sabían que por la situación del entrenador del año pasado lo iba a tener difícil porque se venía de unos éxitos rotundos e históricos y sabían que la persona que aceptara el reto tenía que tener, digamos, un cierto bagaje y unas ciertas aptitudes que pensaron que yo podía tener. Yo acepté el reto, creo que hemos cumplido y no habrá mucho que reprocharme aunque evidentemente siempre habrá alguna persona que esté disconforme o algunas decisiones mías que no hayan sido aceptadas, pero eso es ley de vida en el mundo del entrenador. En términos generales estoy muy contento con el trato que he tenido en el club una vez más. Aunque hayan pasado 23 años hay cosas que perduran y en ese sentido no tengo ninguna queja. Por parte de los jugadores tampoco, porque en situaciones de dificultad los jugadores han estado conmigo y ha habido un buen ambiente de trabajo dentro de las muchas dificultades.

-¿La unión entre el cuerpo técnico y la plantilla ha sido clave teniendo en cuenta todos los problemas, sobre todo económicos, que ha habido durante la temporada?

-Sin duda. La suerte que ha tenido el club de que ha habido un porcentaje de jugadores, prácticamente del 50%, de Sanlúcar y del Atlético Sanluqueño y los que no era gente cercana como Portela, Jorge Herrero, Ezequiel, Calatayud, Fran... Gente que se ha identificado con el club y con la entidad en sí, con el escudo. Eso en otras plantillas no sucede. Los jugadores hicieron frente común y vieron que la mejor forma de ayudar al club era dar un paso adelante y competir al doscientos por cien para salvar al club porque el futuro más inmediato dependía de lo que hiciéramos este año. En otra plantilla no digo que no se hubiera conseguido pero sí que habría sido más difícil o quizá algunos jugadores habrían desertado u otro tipo de situaciones que aquí no se han dado. Para mí ha sido mucho más fácil. He tenido problemas económicos en otras plantillas y los ambientes de trabajo eran mucho más difíciles del que hemos tenido aquí.

-¿Deja más amigos de los que se encontró a su llegada?

-El término es un poquito gratuito utilizarlo tan abiertamente como para pensar que cada vez que trabajo en un sitio dejo muchos amigos. Para mí significa otra cosa. Lo que sí está claro es que he recibido el cariño de las personas que no conocía. Yo ya había estado en el club pero habían pasado 23 años, ha cambiado casi todo. Menos Rafael, el utillero, y Ali, que ya estaban ahí en mi primera etapa, todos eran nuevos para mí. En ese sentido ha sido una etapa nueva y más que amigos hemos tenido unos buenos lazos profesionales, hemos trabajado con uniformidad y en un ambiente agradable. Ha habido una buena comunión.

-¿Le hubiera gustado seguir?

-Esa pregunta me la hizo Manolo Fernández al final de la reunión pero yo voy a contestar lo mismo que le dije a él. No se me ha dado la oportunidad ni de pensarlo y lo que pudiera decir ahora podría parecer partidista e interesado. Así que prefiero no contestar porque no se me ha ofrecido y por tanto no tengo por qué expresar la idea que yo tenía.

-¿Se veía venir que no iba a continuar?

-No es que no me lo viera venir. Manolo y yo dijimos que hasta final de año no íbamos a hablar nada y por lo tanto ni he tenido prisa ni ha sido sorpresivo. Ahora, sí me puede causar más sorpresa la intención de explicarme los motivos que él tiene y ahí evidentemente no puedo estar de acuerdo pero es una conversación privada entre él y yo y no me gusta utilizar los medios. Yo le he dicho lo que creía que tenía que decirle y él expresó lo mismo. También quiero decir que mi relación a nivel personal con él se queda sin ninguna acritud, por lo menos por mi parte, me imagino que por la suya también.

-Por lo tanto, la puerta del Sanluqueño se mantiene abierta.


-Pues no lo sé, porque no soy quien la abre o la cierra. Uno de los retos más importantes era que la vinculación mía con el club y con la ciudad no se deteriorase y creo que lo he conseguido. Y no era fácil porque los entrenadores siempre se mueven por los resultados. Recuerdo que en mi otra etapa el equipo tuvo la segunda mejor clasificación de su historia en Segunda B, ahora es la tercera. Se cumplieron los objetivos deportivos, de los siete años que ha estado el Sanluqueño en Segunda B soy el entrenador que más tiempo ha estado y cumpliendo los objetivos de principio de temporada hasta el final. Por tanto, ese vínculo tenía un cierto reparo a que se podía romper por los resultados o por una mala convivencia y estoy contento de que no haya sido así. Ha sido un poco como revivir la figura de Pedro Buenaventura como entrenador del Sanluqueño porque hay aficionados y jugadores que no habían nacido o que no me conocían como entrenador. Son muchas cosas vividas y me enorgullece haber puesto mi granito de arena en la historia de este club.

-¿Lo mejor y lo peor de la temporada?

-Al final los entrenadores nos movemos siempre por los resultados y creo que ha sido un año muy digno para nuestras posibilidades y el rendimiento ha sido notable. Eso es lo mejor. Creo que también he participado de la proyección y de la formación de jugadores jóvenes y eso en el Sanluqueño es muy importante porque este club históricamente ha vivido mucho del escaparate de sus jugadores hacia otros clubes y aunque este feo hablar de uno mismo me siento también partícipe de eso. Hemos tenido alineaciones de siete u ocho jugadores de Sanlúcar y jóvenes. Para mí es también un logro. Y lo peor, no me gustaría decir lo de la situación económica porque iría en contra de una respuesta anterior porque la plantilla asumió esa dificultad y supimos convivir con ella. Quizá nuestro rendimiento fuera de casa porque con un poquito más hubiéramos peleado por cotas más altas.

-Y ¿a partir de ahora qué? ¿A buscar equipo o a tomárselo con algo más de calma?

-En este trabajo casi nadie descansa porque quiere, es decir, habrá que ponerse de nuevo en el mercado. Sé que no es fácil porque somos muchos los entrenadores y pocos los equipos. A esperar una nueva oportunidad de trabajo.

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