Haciendo grupo
Riis, mánager del equipo, tiene por costumbre realizar concentraciones de pretemporada sin bicis. Así que sus corredores hicieron grupo en la montaña más alta de África (5.895 m)
La primera ascensión de Alberto Contador para cimentar la temporada
2015, en la que afrontará Giro y Tour dejando en suspenso la Vuelta, no
fue en una carretera sobre su Specialized, sino a pie y por caminos. Los
que le llevaron junto a todo el equipo Tinkoff-Saxo a coronar ayer la
montaña más alta de África: el Kilimanjaro.
“¡Misión cumplida, hemos alcanzado la cima!”, comunicó el equipo en las redes sociales. Era el punto final a cinco días de marcha desde los 1.828 metros de altitud de Machama Gate, la puerta hacia la montaña en el Parque Nacional del Kilimanjaro, en el noroeste de Tanzania, hasta los 5.895 metros de la cumbre del volcán de nieves perpetuas.
Bjarne Riis, mánager del equipo del millonario ruso Oleg Tinkov, tiene por costumbre realizar concentraciones de pretemporada aparcando las bicicletas. Con el CSC ideó ejercicios militares de supervivencia y con Astana llevó a los ciclistas a practicar kitesurf... “Sirve para hacer espíritu de equipo, para ver las reacciones de los ciclistas en situaciones de estrés y en condiciones difíciles”, explicaba el danés antes de partir.
Y la climatología se alió con Riis para ponerlo difícil. El primer día, en la selva, una tromba de agua empapó ya a los 80 miembros de la expedición. “Duele la cabeza y la ropa no se seca. Nunca había estado a esta altura. Además, estamos teniendo mala suerte con el tiempo porque ha llovido mucho y las temperaturas son bajas”, relató Contador a El Partido de las 12 el lunes.
Los nuevos fichajes como Ivan Basso o Peter Sagan pasaron de los 30 grados a los -8 de la cima a través de la Ruta Machame, una de las más espectaculares. El sábado, el Tinkoff alcanzó ya el Machame Camp, a 2.860 metros, y un miembro del equipo tiró de guasa: “¡Igual que el paso más alto de Europa!”. Se refería al Col de la Bonette en Francia, que se autoproclama como “carretera más alta de Europa”.
Para el asalto final, Contador y sus compañeros se levantaron a las 23:00 del martes y comenzaron la ascensión de noche para alcanzar el punto más alto al amanecer. Alguno habría preferido el Mount Ventoux...
“¡Misión cumplida, hemos alcanzado la cima!”, comunicó el equipo en las redes sociales. Era el punto final a cinco días de marcha desde los 1.828 metros de altitud de Machama Gate, la puerta hacia la montaña en el Parque Nacional del Kilimanjaro, en el noroeste de Tanzania, hasta los 5.895 metros de la cumbre del volcán de nieves perpetuas.
Bjarne Riis, mánager del equipo del millonario ruso Oleg Tinkov, tiene por costumbre realizar concentraciones de pretemporada aparcando las bicicletas. Con el CSC ideó ejercicios militares de supervivencia y con Astana llevó a los ciclistas a practicar kitesurf... “Sirve para hacer espíritu de equipo, para ver las reacciones de los ciclistas en situaciones de estrés y en condiciones difíciles”, explicaba el danés antes de partir.
Y la climatología se alió con Riis para ponerlo difícil. El primer día, en la selva, una tromba de agua empapó ya a los 80 miembros de la expedición. “Duele la cabeza y la ropa no se seca. Nunca había estado a esta altura. Además, estamos teniendo mala suerte con el tiempo porque ha llovido mucho y las temperaturas son bajas”, relató Contador a El Partido de las 12 el lunes.
Los nuevos fichajes como Ivan Basso o Peter Sagan pasaron de los 30 grados a los -8 de la cima a través de la Ruta Machame, una de las más espectaculares. El sábado, el Tinkoff alcanzó ya el Machame Camp, a 2.860 metros, y un miembro del equipo tiró de guasa: “¡Igual que el paso más alto de Europa!”. Se refería al Col de la Bonette en Francia, que se autoproclama como “carretera más alta de Europa”.
Para el asalto final, Contador y sus compañeros se levantaron a las 23:00 del martes y comenzaron la ascensión de noche para alcanzar el punto más alto al amanecer. Alguno habría preferido el Mount Ventoux...
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