
Foto de: FERNANDO GONZÁLEZ
Álvaro Jiménez, portero del Atlético Totalán, no pudo
acabar el partido que su equipo disputó el domingo en el campo del
Atlético Ciudad Jardín. Un balón largo y en profundidad acabó con la
anticipación del cancerbero, que se hizo con la pelota y se tiró al
suelo. Tote, un jugador local, luchaba por la pelota y acabó chocando
con el afectado. El resultado fue un rodillazo que dejó destrozada la
cara de Jiménez, que sufrió fracturas en la mandíbula, el pómulo y la
órbita del ojo, dejándole hundida esa parte del rostro.
El jugador, de 22 años, fue trasladado al Complejo
Hospitalario Integral Privado (CHIP) por un particular, ya que la
ambulancia no apareció por el campo. «Estuvimos esperando 55 minutos al
vehículo y viendo que no llegaba, decidimos llevarlo nosotros. Por
suerte no perdió la consciencia. Allí ya lo ingresaron en la UCI»,
relata Juan Carlos Fernández, uno de los padres de los jugadores
visitantes.
El lunes por la noche, Jiménez fue trasladado a planta y la
inflamación del ojo parece estar desapareciendo. «Si sigue así, parece
que podrían operarlo el viernes, pero si no continúa bajándole, tendrá
que ser la semana que viene», comenta la madre del jugador, Yolanda
Pérez.
El futbolista tiene placas en la zona de las fracturas
sufridas y ahora espera la visita del cirujano maxilofacial el viernes
para que este decida la fecha de la operación. «Los médicos dicen que la
sensibilidad en la cara no la recuperará como mínimo hasta dentro de
seis meses, porque tiene dañados todos los nervios faciales de esa parte
del rostro. Ya después de la operación nos dirán el tiempo de
recuperación total, pero las placas son para siempre», apunta Pérez.
Intento de visita
El presidente del Atlético Ciudad Jardín, Juan Luque,
declaró ayer a este periódico: «Nosotros hemos intentado ir a verlo en
los últimos días, pero los horarios de visitas en la UCI son muy
restringidos y no lo hemos conseguido». El dirigente dijo que tanto el
segundo entrenador del equipo, Diego Gascón, como Tote, el otro
futbolista implicado en la jugada, fueron los que intentaron ver al
portero lesionado, y que seguirán intentándolo en días venideros.
La voluntariedad de la jugada es lo que está en tela de
juicio por parte del entorno de Jiménez. «Si el jugador ve que no llega
al balón, intenta quitar la pierna. Así se roza o incluso hay contacto
con el portero, pero no le hace ese daño», comenta Fernández.
Por su parte, la madre de Jiménez se ciñe a lo que dice el
médico. «No habían visto nada igual. Los doctores vieron lesiones
parecidas hechas con la cabeza, pero un percance así con el pie es
extraño», expresa Pérez. Por su parte, Luque no cree que el choque fuera
a propósito: «Fue un lance fortuito del juego. Cuando el jugador quiso
darse cuenta, ya tenía al portero encima».
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