Por aquí dejo esta entrevista de Marca a Michel semanas después de su destitución, y que he encontrado ahora, dice cosas interesantes.
ENRIQUE ORTEGO
23/01/13 - Marca
Su destitución en el Sevilla le ha afectado pero Míchel piensa que la
mejor manera de superar el trauma es volver a trabajar cuanto antes.
Asegura no estar ni cansado ni hastiado. Sus fuerzas y sus ilusiones
están intactas para seguir entrenando. Estudia ofertas.
Pregunta. ¿Vio los dos últimos partidos del Sevilla?
Respuesta. Sí. Yo lo veo todo. Es pronto para valorar el cambio de entrenador, si es por lo que me lo pregunta.
P. ¿Y con qué ojos los vio, con ojos de entrenador destituido o con ojos de sevillista confeso, como ha declarado?
R. Como entrenador. Uno no puede sustraerse de lo que es. Pero son
compatibles con los ojos de sevillista. Quería y quiero que ganen y que
les vaya lo mejor posible.
P. En su despedida en el vestuario hubo una larga ovación y lágrimas en los ojos de algunos jugadores.
R. Así fue, mi destitución afectó a todos los que trabajábamos juntos.
Pero no es una noticia positiva que sucediera eso que me dice. Mejor
hubiera sido ganar y que no se hubiera dado ese emotivo momento.
P. A lo peor algunos jugadores tenían remordimientos.
R. Lo que creo es que a ellos, como a Del Nido, como a Monchi, a todos,
les hubiera gustado que las cosas me hubiesen salido mejor. La
sensación que teníamos todos en el momento de la despedida era que sólo
habían fallado los resultados. Los jugadores dan lo que pueden. A veces
por la relación que llegan a tener con su entrenador sufren un bloqueo y
les salen peor las cosas de como las pueden hacer. Quieren lo mejor
para ellos pero si a ellos les va bien también salpica al entrenador.
P. Su destitución fue tan extraña que el día que se fue de Sevilla comió con el presidente.
R. Sí, yo también la califico como extraña, por el ejemplo que ha dicho
y por muchas cosas más. Nadie me culpó directamente de la situación del
equipo, pero te echan. Es nuestra vida. Sólo cuentan los resultados. Es
algo que sabes cuando llegas y tienes presente, pero que te echen sólo
por los resultados, sin mirar nada más... El fútbol evoluciona en todos
los aspectos pero siempre se culpa y se responsabiliza al entrenador y
no me quito ápice de la responsabilidad que he tenido.
P. ¿Es ahora mejor entrenador que cuando llegó al Sevilla?
R. Sin duda. He trabajado diferente y en condiciones diferentes que en
otros equipos. Lo que no cambia es que soy un entrenador de club, que se
adapta a lo que le dan. No llego con mi armamento, lo despliego y
cuando acaba todo lo recojo y me voy. Lo más importante es que en la
despedida no ha habido reproches, ni míos ni de ellos. Nadie podrá decir
que no he tenido el máximo compromiso. He dicho todo lo que quería y
creía conveniente. Tenían mucha presión, tenían que hacer algo y lo
hicieron.
P. No será que también se muerde la lengua.
R.
No, de verdad. La relación entre nosotros ha sido fantástica. El
problema es sólo que se quieren resultados inmediatos. No se espera ni
al 30 de junio. En el fútbol los que mandan son los presidentes y los
árbitros, que son los únicos que no viven de esto. Últimamente, desde
que algunos presidentes se juegan su patrimonio, se toman las cosas con
más calma.
P. Del Nido es un personaje especial de Primera.
R. Es un hombre desconocido para el gran público y la sensación exacta
de cómo es te la llevas trabajando a su lado día a día. Trabaja 26 horas
sobre 24. Vive para el Sevilla. Está siempre informado y no se hace
nada sin que lo sepa porque siempre está presente o por teléfono. Es un
presidente que tiene más interés por el juego o por cómo se va a
desarrollar el trabajo de la semana que por quién juega el domingo.
P. ¿Le ha dado tiempo a pensar en qué ha fallado usted?
R. Sí, he debido fallar en cosas porque sino no me estaría haciendo
esta entrevista porque estoy en la calle. No tengo reproches sobre mi
trabajo y en cuanto al acierto, a lo mejor tiene que ver con mi
capacidad. No entiendo cómo pudimos jugar tan bien hasta octubre y luego
no mantuviéramos un nivel. Sin jugar mal hemos perdido partidos que no
debimos perder.
He llegado a la conclusión de que hago progresar mucho más a los
jugadores que cojo que a los equipos. Rakitic, Medel, Navas, Kondogbia,
incluso Reyes... que bajó ocho kilos y se aplicó en la táctica, son
mejores ahora que cuando yo llegué. Ese es el diagnóstico más cercano
que hago.
P. Eso de empezar bien y acabar mal ya le pasó en el Getafe.
R. Sí, el segundo año en la segunda vuelta. Aprendí mucho de aquello. Pero aquí me reprocho menos.
P. El Sevilla tiene un buen once y una plantilla regular.
R. A mis jugadores que no me los toquen. El Sevilla tiene una plantilla
buena para el objetivo final, pero no para marcarse un objetivo
inmediato. Este equipo necesita su cocción. Hubo partidos que jugamos
con una media de edad menor que algunos filiales de segunda. El objetivo
final era Europa. Pero en junio. No en septiembre.
Es un club muy grande, pero hasta los clubes grandes pasan por
momentos en los que a lo mejor es más aconsejable tomar impulso desde
abajo que desde el medio. A veces desde el suelo te impulsas mejor. Si
hay algo que no funciona lo mejor es reciclarse y volver a empezar.
Volver a empezar no es malo. No nos teníamos que haber puesto un
objetivo tan alto. Y yo soy el primero que lo pude hacer. Mi objetivo
era clasificarme para Europa. Pero la presión estaba ahí y salpica a
todos.
P. ¿Ficharía por el Betis?
R. No, que lo mismo se enfada Mel. Hay un entrenador y hay que ser respetuoso.
P. ¿Le va desengañando poco a poco su profesión?
R. También me he llevado alegrías. Todas han sido experiencias
positivas acabaran como acabaran. La profesión más maravillosa es la de
futbolista. Sólo tienes que preocuparte de jugar bien. Como entrenador
tienes obligatoriamente otras inquietudes.
P. Insisto. Le noto desilusionado.
R. Que no,
todo lo contrario. Esta profesión me sigue llenando, pero voy cambiando.
Hoy pienso menos como futbolista, soy menos romántico. Y tengo que ser
aún más pragmático, pero no es fácil cuando creas relaciones con la
gente con la que trabajas como yo hago. No me siento ni desilusionado ni
decepcionado. No estaba ni cansado ni hastiado. Todo lo contrario. No
necesito ni un mes sabático. Ya estoy dispuesto para trabajar.
P. Vamos que usted no es como Guardiola, que necesitaba descansar.
R. Yo no tengo el desarrollo de Guardiola, que ha ganado 14 títulos.
Para mi desgracia yo no he caído en el mejor equipo del mundo desde el
primer momento. El mejor entrenador depende del equipo que tiene.
Nuestra importancia es relativa. Si tienes a 14 jugadores excepcionales,
como pueden tener el Barça o el Madrid es más fácil triunfar.
Si tienes a jugadores con carácter, con iniciativa y que deciden por
sí mismos es más fácil... Créame. Muchos se fijan más en mi carrera de
entrenador porque soy yo, pero hay muchos casos parecidos. Benítez no
comenzó en el Chelsea, ni siendo campeón de Europa con el Liverpool, él
también tuvo su rodaje.
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