Formas de perder

Solo algunos deportistas muy privilegiados consiguen muchas más victorias que derrotas. A simple vista, Michael Phelps suena a sinónimo de oro y ya hemos visto que también se declina en otros peldaños e incluso fuera del podio. Usain Bolt parece imbatible, pero ya comprobamos hace días que acumula dos docenas de derrotas en su fecunda carrera. Ganar siempre es una asignatura compleja, improbable, probablemente destinada al fracaso. Perder es el otro rostro de ganar como bien sabe cualquier deportista, incluso el más profano de ellos.
Perder y perder. Formas de perder. El judoka desconocido a quien el último tren de la medalla escamotea su vía, saludando en reverencia al árbitro que le ha ajusticiado. El futbolista engreído que solo tiene oídos para el elogio zalamero, arremetiendo contra el árbitro y su error. Formas opuestas de perder, síntoma de formas diferentes de practicar y entender el deporte.
Formas de ganar: la de Michael Phelps conquistando su 17ª medalla olímpica, a solo una de la legendaria Larissa Latynina (18), una gimnasta casi en blanco y negro a la que descubrimos en la película olímpica de Roma’60, con mi padre explicando las piruetas en Suelo de la chica soviética, adornadas con sus pies de bailarina de porcelana.
Phelps nadando en 47”15 su tramo del 4×100 libres, de nuevo amplio, poderoso, fluido, pero insuficiente para evitar la otra forma de ganar: la de la anguila francesa Yannick Agnel, 2,02 de estatura, 80 kilos de peso, flotabilidad extrema, cadera alta, técnica excelsa, frecuencia inaudita en los últimos metros para nadar un segundo más rápido (46”74 vs 47”74) que el mismísimo Ryan Lochte, derrotado en la agonía.
Formas de ganar: la de Cameron van den Burgh, el bracista sudafricano que bate el récord mundial de Brenton Rickard (58”46 vs 58”58) para dedicárselo a su compañero de especialidad Alexander Dale Oen, campeón mundial fallecido en mayo. O la de Dana Vollmer, la mariposista que nadaba con un desfibrilador en la orilla por los problemas cardíacos que le detectaron no hace tantos años, nueva plusmarquista mundial de los 100 Mariposa (55”98) ya sin bañador milagroso de poliuretano.
Formas de ganar y de perder, ciclos que cambian, plusmarcas que se baten, campeones que resurgen, expectativas infundadas, pronósticos incumplidos… El deportista que gana ya piensa en cómo evitar su próxima derrota. El que pierde, en cómo corregir y mejorar.
Día 2.

- Foto: London2012 http://www.martiperarnau.com

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