"No podemos fichar cracks, lo que me obliga a ilusionar a la afición subiendo chicos de cantera que, a veces, no están para el salto" Joaquin Caparros

Diario as

Joaquín Caparrós está entregado a la causa del Athletic. "Nunca encontraré un club como este", nos dice en la mesa del Asador. A sus 55 años, el técnico de Utrera se siente en plenitud y tiene planes, aunque de momento toda su energía se centra en los 'leones'

El Athletic había perdido el domingo ante el Villarreal en San Mamés. Un contratiempo que arrugó el gesto de Joaquín Caparrós, responsable técnico del equipo bilbaíno desde 2007. Sin embargo, fiel a su palabra y derrochando energía positiva, acudió a nuestra cita en el Asador Donostiarra de Madrid.

El mister utrerano asimila el resultado del domingo, aunque nos hace una confesión previa: "No sabéis lo que sufro la noche después del partido. Ayer mismo nos reunimos el cuerpo técnico para ver el vídeo y acabamos cerca de las dos de la madrugada, buscando las razones de la derrota. Que si un marcaje, que si un balón perdido, que si un mal ataque..." Estamos ante un auténtico 'animal del fútbol', ahora líder y muy querido en Bilbao: "Yo estoy disfrutando en el Athletic. Este no es un club grande, sino muy grande. Por el sentimiento, por la afición, por el respeto al futbolista. En estos años he podido comprobar que al Athletic se le quiere en toda España. Decir Athletic es decir fútbol".

Caparrós vive bajo el embrujo de San Mamés: "El fútbol allí es diferente. No lo viviré nunca igual en otro sitio que pueda trabajar. He tenido mis problemas, claro, pero a los que nos gusta el fútbol sabemos estar a las buenas y a las malas. Por ejemplo, los días previos a la final de Copa desde la semifinal, fueron inolvidables: la ciudad vibraba con el Athletic. Era increíble".

El Athletic, club singular, que compite en desigualdad de condiciones por su principio de no fichar foráneos. Caparrós es tajante a la pregunta de Luis Nieto: "El club no debe cambiar esta filosofía. Lo que debemos hacer es mejorar lo que tenemos para ser competitivos con lo nuestro. Es decir: mejorar la fábrica de Lezama, conseguir los mejores captadores y preparar muy bien a nuestros técnicos". Captar, por ejemplo, a Orbegozo, procedente del filial de la Real Sociedad, última incorporación birlada a un rival histórico... "Es un chico que no está renovado con la Real y el Athletic necesita futbolistas con su perfil. Es muy interesante y estamos en un mercado abierto. No sé si la Real se ha enfadado mucho..."

Cantera. ¿Y qué tiene el Athletic en Lezama? Caparrós nos lo cuenta: "El juvenil viene pegando y hay que tirar de ellos. Mirad, el Madrid debe tener por obligación a los mejores fichajes del mundo. ¿Pero con quién se identifica la afición? Con Casillas, con Gutis, con Raúles y hasta el propio Ramos, que llegó con dieciocho años. Estos son los ídolos". El mister lo proyecta sobre el Athletic: "Nosotros no podemos fichar cracks, lo que me obliga a ilusionar a la afición subiendo chicos de cantera que, a veces, no están para ese salto. Es un riesgo que yo he corrido, pero también ayuda a que los jugadores no se acomoden porque no hay competencia".

Y nos cuenta Caparrós un empleo que le ocupa cada martes: "Con Irureta y Delgado Meco reunimos a quince o veinte chavales seleccionados de lo mejor de la cantera. Los entreno personalmente, a veces en el propio San Mamés, para que se vistan en el vestuario del primer equipo, Les ponemos un vídeo con el Chopo Iríbar, de Javi Clemente con los juveniles, de Irureta, de tantas glorias del Athletic. Y los examino preguntándoles quién es Chechu Rojo. Así se forma el espíritu de los leones".

Le apuntamos a nuestro invitado la escasez de futbolistas vizcaínos en el Athletic. Y Caparrós le quita hierro: "Pues no hay en este momento, es verdad, pero a nadie le parece mal ni lo reclaman por la calle. Es cuestión de hornadas. Yo creo que es más un debate casual que un problema de fondo".

Cuando hablaba de ídolos, pensábamos en Fernando Llorente. Caparrós tiene la palabra: "Os seré sincero: yo creo que no encajaría en el modelo de juego del Madrid. Es un 9 a la vieja usanza, de área, que no cae a las bandas. ¿Y se gastaría el Madrid cuarenta millones de euros para fichar a un delantero que juegue veinte minutos de la segunda parte? No lo veo. Yo os debo decir que Llorente está fenomenal en el Athletic. Los rumores de enero sobre su posible fichaje por el Real Madrid no le han afectado. Es un chaval frío, sereno, al que no le afectan ni las polémicas ni las críticas". ¿Y Javi Martínez? Respuesta: "Pues tampoco le veo en el Barça, si a eso os referís. Para resumir: entiendo que será muy difícil que este año haya ventas en el Athletic".

La reflexión de Caparrós nos lleva directos a pensar que en junio habrá elecciones y el presidente Macua no estará por la labor de vender. Pero, ojo, Manolete le asalta con un golpe seco: ¿Se alineará el entrenador con Macua o aceptará alguna oferta, por ejemplo del Atlético de Madrid? La respuesta es dispersa: "Ya he hablado con Macua de que no estaré de parte de ningún candidato por un principio ético. Y tampoco puedo tener mi futuro en el aire hasta el 30 de junio que acaba mi contrato. Así que en junio estaré en el mercado de entrenadores, por supuesto". Como esperábamos, el de Utrera no suelta palabra del Atlético, aunque sí sonríe con cierta complicidad.

Jugadores. Prefiere el mister girar la conversación hacia los jugadores y hacia el club. Y nos cuenta detalles del equipo: "San José es un central de los que nos hacen falta, con criterio en la salida de balón. Muniain tiene una calidad de la que ya no hay, sería estupendo que perfeccionara su llegada a gol. Javi Martínez es un futbolista de altísima calidad. Y Toquero, ¡ay! es el ídolo de la afición. Lo da todo en el campo. Si le pintáramos de negro y se llamara Toqueiro, valdría millones de euros" (la mesa estalla en risas, naturalmente).

Roncero, tan apegado siempre a los símbolos, entiende que el nuevo San Mamés podría restar liturgia al recinto. Caparrós se explica: "Construirlo es fundamental. Ganaremos unas quince mil localidades más. El club aumentará sus ingresos para aumentar en aspiraciones deportivas. Se puede pasar a un mercado superior. Por ejemplo (mirada de envite a Roncero) lo mismo podríamos pagar la cláusula de Xabi Alonso. No perderemos esencia porque se levantará sobre el mismo terreno y los aficionados aparcarán en el mismo sitio y tomarán café en el mismo bar. Apenas habrá variaciones de hábitos y podremos competir mejor".

Competir, palabra mágica, en una Liga dual de Barça y Madrid. Caparrós analiza la cuestión: "Este país se está convirtiendo en dual para todo y eso es malo. No es bueno para la Liga el dominio de Barça y Madrid. Habría que buscar mecanismos nuevos en el reparto televisivo para igualar ingresos. Mientras esto no ocurra, los títulos se los llevarán ellos. Observad que no sólo el Barça es poderoso, sino que le quita al tercero de la tabla a su mejor goleador (Villa) y lo debilita aún más. O el Madrid, que si le place puede pagar la cláusula de Agüero o de Navas y desarmar a los enemigos. Ellos se llevan el dinero, la publicidad, el marketing... "

Sobre la mesa, el nombre de Mourinho. Caparrós lo ve así: "Él trabaja desde el prisma de un ganador al que su contrato le permite libertad de movimientos y ejecución. Disfruta de un gran poder en el club, lo que es raro en nuestro fútbol, y la afición le apoya en un setenta por ciento... Ilusionada porque traiga títulos. Pero, ojo, la maquinaria del Madrid es muy grande y está por encima de entrenadores, presidentes y jugadores. Cuidado".

Y una reflexión de quien fue juvenil del Real Madrid allá por los años ochenta. "Contra el Madrid salimos todos con pinturas de guerra porque ganarle es especial. Antes gustaba ganarle por su grandeza. Es verdad que ahora a lo mejor se ha hecho antipático para algunos aficionados, será porque no se puede ir echando tanta gasolina al fuego. Antiguamente al Madrid se le ponía alfombra roja en todos los estadios y ahora ya vemos que no cae tan bien".

Le apuntamos los gritos racistas contra Marcelo y las dedicatorias desagradables a Cristiano, que no son recogidos en el acta por el árbitro, y Caparrós tiene su agenda: "Sí, pero que los árbitros también apunten cuando a Gurpegui le corean cosas desagradables en algún estadio. Es un tema complicado sobre el que tenemos que llegar a acuerdos".

Caparrós, apasionado del balón, vehemente en el campo, entrenador puro: "Buff, las pulsaciones se me ponen por las nubes. Por consejo de especialistas he rebajado la tensión que metía a mis jugadores en el vestuario. ¡Los sobre excitaba! Yo lo paso tremendamente mal en el banquillo, sobre todo con los fallos defensivos. El defensa tiene que ser un tipo talentoso que se pelea con el mejor jugador del otro equipo. Yo soy todo nervios".

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