"En Primero de Bachillerato ya iba a estudiar a Luis Aragonés"

El Pais
Si Luis García Plaza (Madrid, 1972) ya subió a Primera al Levante la pasada campaña contra todo pronóstico, este curso ha ido más lejos: es el tercer mejor equipo de la segunda vuelta, con 20 puntos, cinco más que el Villarreal, 11 más que el Atlético y solo cinco menos que el Madrid.

Pregunta. ¿Optimista radical?

Respuesta. Sí. La gente dice que, cuando las cosas están muy mal, saco la confianza en lo que hacemos. Y, dentro de la responsabilidad, pido aprovechar la oportunidad vital. Lo principal son los futbolistas. Se da demasiada importancia a los entrenadores. Somos conductores de grupo con unas pautas de comportamiento. Lo importante es crear algo de fondo común, exigir mucho a los jugadores y hacerles partícipes de algo. Es fácil de decir, pero muy difícil de conseguir.

P. ¿Qué es el grupo?

R. Hay que diferenciar entre grupo, una gente que se junta por algo, y equipo, donde se juntan para un fin común. El fútbol es el más difícil de los deportes colectivos porque en el baloncesto, por ejemplo, todos los jugadores van citados y todos pueden entrar y salir durante los partidos.

P. ¿Lo aprendió de Luis Aragonés?

R. Me iba corriendo a verlo entrenar al Atlético en el colegio Amorós, donde yo estudiaba Primero de Bachillerato. Es importante ver cómo se ha adaptado a las tendencias. Mi otro referente es Rafa Benítez, el primero que llegó a la élite sin ser un jugador famoso. Sacó mucho rendimiento al Valencia y el Liverpool.

P. ¿Qué otros equipos rinden por encima de sus posibilidades?

R. Lo del Madrid y el Barça es espectacular. Ya sé que tienen a los mejores jugadores, pero hay que sacarles partido.

P. ¿Hay demasiada diferencia respecto a los demás?

R. Sí. Es una delicia tenerlos porque son los mejores del mundo, pero les sufrimos todos los demás. El Valencia y el Villarreal no llegan a competir con ellos. Nosotros tenemos 12 millones y ellos 460. Tienen además a los mejores entrenadores junto a Benítez, Ferguson, Aragonés y Del Bosque.

P. ¿Los jugadores del Madrid menospreciaron a los del Levante en el 8-0 de la Copa?

R. Ellos salieron supermotivados y celebraron con mucho afán el sexto y el séptimo gol, picados por el 0-0 del partido de Liga en nuestra casa. Hay que saber estar.

P. Explique su segunda vuelta.

R. Es difícil explicar, pero a todos mis equipos les ocurre. Nos conocemos más porque ocho jugadores se incorporaron una semana antes del comienzo. Con nuestro presupuesto, nos teníamos que esperar a última hora porque las ofertas que lanzábamos a los jugadores nos las rechazaban todas. Y, cuando ya se quedaban sin equipo, se incorporaron. Estamos muy agradecidos.

P. ¿Cuál es el presupuesto?

R. Veinte millones, pero ocho se destinan a pagar deudas. Quedan 12. Con los viajes y otros gastos, a la plantilla y el cuerpo técnico le restan unos ocho brutos. Divida entre 25 jugadores y le saldrá la media salarial [unos 200.000 euros anuales]. Llevamos tres años sin pagar un euro en fichajes. El segundo con menos presupuesto, el Sporting, tiene 13 o 14 millones.

P. Entre todos, sus jugadores cobran menos de la mitad que Cristiano Ronaldo. ¿Se lo recordó cuando jugó frente al Madrid?

R. No, el dinero no lo utilizo como motivación. Somos o muy veteranos o muy jóvenes, no tenemos ese jugador de 27 años en plenitud. Los veteranos tienen la oportunidad de seguir enganchados al fútbol y los jóvenes la de ser futbolistas de Primera. No son iguales las conversaciones con Ballesteros, con preocupaciones de 35 años, que con Caicedo, de 22.

P. ¿Trato especial a Caicedo?

R. No, diferente. Él viene del Manchester City al Levante, un cambio abismal. Llegó el último día y nos hemos tenido que conocer. Ha jugado hasta infiltrado. Lleva 11 goles sin faltas ni penaltis. Tiene algo especial en los controles, cara al gol y en el giro tan rápido.

P. ¿Cómo convenció a Javi Venta (35 años), Ballesteros (35), Del Horno (30) y Juanfran (34) de que son buenos?

R. Es que son muy buenos. Tienen calidad y experiencia. Hay que saber dosificarlos. Juanfran y Ballesteros ya sabía que se iban a involucrar porque son del Levante, Javi Venta venía de ocho años en el Villarreal y la sorpresa ha sido Del Horno, un gran profesional que ha superado las lesiones.

P. Una defensa que parece El grupo salvaje [suma 134 años].

R. Sí, recuerdo la película [de Sam Peckinpah], pero, mientras rindan, no miro la edad ni por arriba ni por abajo.

P. Tiene pocos empates en su trayectoria. ¿No le gustan?

R. Prefiero perder algún partido que pueda empatar y ganar algún otro que pueda empatar.

P. ¿Qué estilo prefiere?

R. El entrenador tiene que ser listo y sacar rendimiento de un equipo veterano y joven como este. En A Coruña, ante el Deportivo, tuvimos la pelota y en El Madrigal ganamos a la contra. Solo el Barça domina todo el partido. Intentamos darle ritmo y sacar rápido cuando se para el juego.

P. ¿Es inhóspito entrenar en Buñol?

R. No es el lugar idóneo porque está lejos y hace mucho aire, pero contra los obstáculos no se choca, sino que se saltan.

P. ¿Está preparado para entrenar a un grande [si mantiene la categoría, renueva automáticamente con una cláusula de rescisión de un millón]?

R. Estoy preparado para entrenar a un grande o a un segunda b. Empecé en el Altea, en Preferente, cuando me retiré a los 28 años [jugó de lateral y central] y fueron dos años muy bonitos.

P. ¿Es muy del Atlético?

R. Estuve ocho años allí. Iba a verlo con mi padre. Lo he sufrido, lo he disfrutado. Es un equipo que, como el Levante, te marca.

P. ¿Por qué vive en un hotel de Valencia?

R. Porque mi casa está en Altea, donde viven mi esposa y mis dos hijos [mellizos, un niño y una niña]. Vienen a verme los fines de semana. Estando solo, no se vive mejor en ningún otro sitio.

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