¿Más de un español se habría merecido hacerle compañía antes. ¿Pues sí, siempre ha habido grandes futbolistas en España pero se tienen que dar una serie de circunstancias, juntas, para poder ser el más votado. Muchos se han quedado a las puertas varias veces y, en ese sentido, suelo pensar en Raúl. Pero la competencia es muy grande. Este año, dado el nivel del Barça y, sobre todo, el título Mundial de la selección, parece que no se nos va a escapar. ¿Cuando se lo dieron a usted, casi se entera el mismo día de la entrega. ¿Me lo dijo, medio en secreto, el periodista Mercé Varela, vinculado a L¿Équipe en Barcelona. Ahora, cuando llega febrero o marzo, ya empiezan a hablar de posibles ganadores. Los medios de comunicación son poderosísimos y los patrocinadores tienen sus intereses. Antes este premio ,parecía de poca importancia.
¿Su elección también fue un reconocimiento a un constructor del juego. ¿Hubo un tiempo en que se puso de moda premiar al centrocampista creativo, ofensivo. Yo creo que, además, aquella victoria frente al Real Madrid de Di Stéfano me dio muchos votos. En aquella Copa de Europa con el Inter hicimos muy buenos partidos en escenarios de Inglaterra y Alemania donde cualquier buena actuación tiene mayor eco. ¿¿Cómo se definiría como futbolista? ¿¿He de definirme yo? Bueno, creo que, menos de cabeza, que no recuerdo haber tocado la pelota en mi vida, era bastante completo. Tenía movilidad, buena técnica y amplia visión del juego. Me caracterizaba por mi capacidad para cambiar el ritmo del partido y chutaba bastante más que los centrocampistas de hoy. Además, para ser organizador, metía bastantes goles. Estaba más cerca de Xavi e Iniesta que de Messi. ¿¿Le parece que Messi es el mejor? ¿Me lo parece sí, pese a que hay extraordinarios jugadores. Cuando le veo jugar, pienso que es el único que hace cosas que ni él sabe por qué y cómo las hace, hasta él se sorprende de algunas de sus jugadas. Hace cosas tan inverosímiles que, seguro, las inventa sobre la marcha. No digo que le salgan de chiripa. Lo que quiero decir es que cuando coge el balón parte de una idea, pero a medida que le salen dificultades las resuelve por instinto. Se nota que es un futbolista criado en la calle. Esa pillería no hay escuela que la enseñe. ¿¿Qué es lo más llamativo de Messi? ¿Todo en él me parece brillante. Si yo fuese defensa, me sacaría de quicio esa manera que tiene de tentarte con el balón, de enseñártelo, de llevarlo pegado a la puntita del pie. Te hace creer que se lo puedes quitar y cuando crees que lo has logrado, ¡zas!, el balón desaparece de tu vista y te das cuenta de que jamás tuviste posibilidad de arrebatárselo. Su velocidad de ejecución es tremenda. Messi es impresionante.
¿¿Qué le gusta de Iniesta? ¿Es muy completo. No solo puede organizar el juego, lo puedes poner en cualquier posición, aunque se siente más feliz por delante de Xavi. Iniesta, en los últimos 20 metros, es brutal. Empieza a tener gol y, como Messi, si no marca, asiste. Eso demuestra lo generoso que es. Hay que ser muy buena persona para ser tan generoso pudiendo meter tú el gol. ¿Su progresión es espectacular. ¿Ha crecido horrores. Es evidente que lo que más le ha hecho mejorar en el último año es su recuperación física. Creo que ha ganado confianza al haber superado la incertidumbre de no saber por qué se lesionaba. Su fortaleza física le permite ser más atrevido, y eso es vital al tratarse de un jugador imaginativo y creador. Él muestra su fantasía en una zona del campo donde puede atreverse al más difícil todavía porque sabe que, si pasa, será gol o casi. Y eso solo lo puedes hacer si tienes confianza. ¿¿Y qué me cuenta de Xavi, con quien tiene más puntos de contacto por la posición en la que juega? ¿Debe ganar este Balón de Oro porque si se premia no solo el modelo Barça sino también la regularidad en el 2010, él ha sido el más regular. Messi es el mejor pero falló en el Mundial, e Iniesta es otro virtuoso y marcó el gol de la final, pero estuvo lesionado al inicio del año. Es el año de Xavi. ¿Insisto, hábleme de su juego. ¿Es la bomba. Tiene todo el partido en la cabeza, piensa en décimas de segundo. Es un gran organizador, con enorme regularidad. Nunca falla, no se esconde, siempre saca como mínimo notable alto. Solo juega un partido malo por temporada. Parece llevar un radar en la cabeza, sabe qué hacer si lo aprietan, dónde ir a buscar la pelota y, sobre todo, hace jugar a los demás. No pierde un balón, ¡Dios, lo que cuesta quitárselo! ¿Se parece a usted. ¿Compartimos el gusto por ayudar al equipo y por que el fútbol pase por nuestros pies. Yo, tal vez, jugaba más en largo que él. Xavi es un maestro en espacios reducidos, es más de tiqui-taca. Xavi busca menos el gol que yo, que solía marcar 14 o 15 goles por temporada.
¿¿Tiene la sensación de que Xavi podría desempeñar una función parecida en cualquier otro grande? ¿Como en el Barça, no. Xavi es el cerebro ideal para el Barça, no solo porque juega rodeado de fantásticos jugadores, todos muy técnicos, sino porque dirige el juego que todos han aprendido en la misma escuela. En otro equipo, Xavi seguiría llevando el ritmo del partido, pero no con el automatismo con que lo hace en el Barça. En el Barça juega con los ojos cerrados; en otro grande debería mantenerlos bien abiertos. ¿Los tres son pequeños y tengo entendido que usted acabó saliendo del Deportivo para ir al Barça porque lo consideraron bajito. ¿Tuve dificultades. Lo que ocurrió es que nadie se dio cuenta de que yo no solo estaba en época de crecer, sino que, por mi técnica y madurez futbolística siempre jugaba con compañeros y contra rivales que me superaban en un par de años. Pero el fútbol, amigo, nos acepta a todos, no es como el básquet donde, si no eres alto, olvídate. Estos tres, si fuesen más altos, tal vez no serían tan hábiles, tan diablos, tan pícaros. ¿¿Le gusta el fútbol del Barça capitaneado por estos tres prodigios? ¿¡Cómo no me va a gustar! Es imposible de imitar porque tienes que tener muchos jugadores de toque para desarrollarlo. Y, sobre todo, haber nacido en esa escuela y tener paciencia. Una de las cosas que más me llaman la atención del Barça es que jamás pierde la calma. Tocan y tocan, buscan los huecos, mueven el balón. Otros, en cuando se ven acosados y temen perderlo, ¡zas!, le meten un patadón. Ellos, nunca. El Barça siempre jugó bien pero ni siquiera el dream team de Cruyff jugó así. El fútbol que hicieron en el 5-0 al Real Madrid fue sencillamente maravilloso.
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