El futuro de los clubs deportivos está en la cantera y algunos no terminan de enterarse...

El periodico de Cataluña
La inversión en la cantera del Español da sus frutos con paciencia.
Abril de 1996. Manel Casanova, responsable del fútbol base, se va a Manresa a fichar a un interior zurdo del Balconada. Es cadete. Le vio y le fichó esa misma semana. Aquel incipiente interior es uno de los capitanes del Espanyol: David García, que lleva ya sus diez temporadas aguantando el tipo en la banda izquierda. El lateral ha visto como el club ha ido gastando dinero en busca de un sustituto. ¿Cuántos fichajes ha realizado el Espanyol para dejar en la suplencia al canterano? Wome, Domi, Beranger, Vignal, Peixoto, Clemente Rodríguez... ¡Cuanto dinero tirado!
Y Chica, el otro lateral diestro, que llegó al Espanyol en benjamín. Chica es un superviviente, uno de esos jugadores que saben lo que cuesta superar cribas en el fútbol base perico. Otro futbolista que cada año tiene competencia porque el club invierte sin encontrar una buena pieza (Velasco, Finnan, Pillud, Ibarra, Roncaglia). O Coro, el hombre que marcó a la Real, un gol que evitó un descenso que hubiera significado una sangría económica para el club. Coro, rechazado por bajo en categoría cadete, se convirtió luego en un mediapunta goleador en el filial.
David García, Chica y Coro son los veteranos que están cuidando los primeros pasos profesionales de la nueva savia de Sant Adrià. La fábrica no para, independientemente del entrenador. Ahora es Mauricio Pochettino el que se aprovecha del legado que ha dejado Manel Casanova.

En tiempos de una tremenda crisis económica y desacertados fichajes. «El 80% del primer equipo debe salir de la cantera. Y para tirar adelante con esta propuesta, debíamos contar con un entrenador valiente», recordaba hace unos días Germán de la Cruz, consejero del área deportiva, que hace solo unos años iba cogido de la mano de Manel. Cuentan que Casanova había creado un fútbol base carísimo. En los últimos 15 años, el Espanyol habrá gastado unos 42 millones en la cantera. Pero los ingresos por la venta de jugadores también han sido elevados: 55 millones.

Los nuevos tienen una historia similar a la de los veteranos. Javi Márquez fichó del infantil de la Grama. Siempre ha sido centrocampista y Casanova le apoyó hasta cuando le sancionaron con ocho meses por una expulsión en Mallorca. Dídac, el lateral zurdo, vino de Mataró al alevín. Dicen que es un atleta (como su padre). Su punto débil: su irregularidad, pero es algo que el club entiende que se puede corregir porque es alto, rápido y técnico. Este jugador ya tuvo una oferta del Inter.

Jordi Amat fue uno de los primeros jugadores del benjamín perico. Vino a prueba con otros cinco niños de Canet y se quedó. Entró de central y sigue en esa posición en el primer equipo. Es un futbolista frío que no se asusta por nada.

Baena llamó al Espanyol tras desvincularse del Barça después de pagar su cláusula (30.000 euros). El jugador malagueño es un todoterreno, un jugador que le gustó desde el principio a Pochettino. Al igual que Manu Molina, otro andaluz que decidió abandonar Huelva con 14 años. "Manu es descarado y un correcaminos", dicen en Sadrià. Por su parte, Javi López llegó al Espanyol del filial bético y es un fichaje de Albert Valentín, ahora coordinador en el Barça. El andaluz es ambidiestro y polivalente. David López es el otro fichaje de Valentín. Un pivote que ya ha visto la cara más dura del fútbol profesional tras estar un año cedido en el Terrassa.

Álvaro es otra perla, un punta que tiene una relación especial con el gol. El Espanyol lo fichó de la Damm de infantil. Lo quería el Madrid, pero la familia se decantó por el club blanquiazul. Es un punta que siempre ha marcado goles, que sufría altibajos porque no entendía que podía jugar bien y no ver portería. El año pasado, tras un partido en Mallorca, quiso dejar el club, pero no le dejaron.

Marca.com

El Mallorca apostará por un nuevo modelo de fútbol base

El Mallorca ha presentado este jueves el nuevo proyecto de fútbol base con niños de entre 4 y 11 años que llevará a cabo la entidad "rojilla" por iniciativa de la nueva propiedad encabezada por el accionista mayoritario Lorenzo Serra Ferrer. El proyecto ha contado con el respaldo de varios jugadores de la primera plantilla formados en las categorías inferiores del club balear. El objetivo de la entidad es "empezar a desarrollar un nuevo modelo de fútbol formativo y una nueva relación con el resto de clubes de Baleares en la que el Mallorca pueda ofrecer su colaboración", ha señalado el club. Serra Ferrer ha explicado que la iniciativa es "un compromiso, no solo con el trabajo de formación, sino también con la Comunidad Autónoma para intentar ayuda a estas personas que de un modo no interesado trabajan en el fútbol formativo y no se les tiene en cuenta", ha señalado. "No queremos imponer nada, sino echar una mano a esa gente que ayuda a que los niños se hagan personas a través del fútbol, trabajando la condición humana y la formación deportiva", ha indicado.

Cedric Thyus dirigirá el nuevo proyecto de fútbol base y ha explicado que la cantera "necesita una estructura sólida que facilite la llegada a la primera plantilla". Anunció, asimismo, que el Mallorca abrirá las puertas a jóvenes de todas las Islas Baleares porque "queremos ser un referente a nivel de formación humana y deportiva", ha subrayado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola! he visto que coca-cola esta haciendo una apuesta muy fuerte por la cantera con la copa coca-cola. Este año participan mil clubes federados, incluidos los filiales de los equipos grandes. os dejo el link por si os interesa:

https://www.cocacola.es/copa/