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Una de las grandes aspiraciones de muchos equipos de fútbol moderno
es ofrecer un estilo de juego con el que identificarse y que a la vez
resulte eficaz. Entre esos equipos ha destacado durante los últimos años
el F.C. Barcelona, cuyo juego, basado en la posesión y la rápida
circulación de balón, ha sido adoptado como una seña de identidad por
parte del club. Pero, ¿es posible, desde un punto de vista
científico tener un estilo único jugando al fútbol?
Pese a que
para muchos aficionados resulta fácil diferenciar el estilo de juego del
Barcelona, es complicado mostrar esa diferencia a través de los datos.
Sin embargo, un reciente estudio en el que ha trabajado un investigador
español ha conseguido caracterizar el patrón de juego del equipo catalán
y ha demostrado que es claramente diferente al resto, no solo en la
liga española, sino también entre los equipos de las grandes ligas
europeas.
Los
investigadores han analizado los pases de los partidos de las primeras
divisiones de las ligas española, inglesa, francesa, alemana e italiana
durante la temporada 2012/2013Para llegar a esta
conclusión los autores del estudio, entre los que se encuentra el
director de I+D de Telefónica, Pablo Rodríguez, han aplicado la teoría
de redes para estudiar y caracterizar los patrones de juego de los
distintos equipos del continente.Partiendo de que los jugadores de un
equipo pueden formar una red, los investigadores han analizado los
pases de todos los partidos de fútbol de las primeras divisiones de las
competiciones española, inglesa, francesa, alemana e italiana durante la
temporada 2012/2013. Una labor compleja, ya que solo en la española se
juegan 380 partidos en los que se realizan más de 250.000 pases.
Contando las distintas secuencias de pases
Para
analizar los patrones de juego los investigadores han definido cuatro
secuencias de pase diferentes, contando tres pases consecutivos entre
jugadores. Estas secuencias se definieron como ABAB, ABAC, ABCA y ABCD.
De forma que en el ABAC, el jugador 1 da un pase al jugador 2, que
devuelve el balón al jugador 1, que finalmente se lo pasa al 3.
Los resultados, presentados en la conferencia KDD2014 en Nueva York,
mostraron que el F.C. Barcelona tenía menos secuencias de pase del tipo
ABCD, que se puede considerar la más simple, ya que es una secuencia de
3 pases entre 4 jugadores diferentes (el jugador 1 pasa al 2, éste al 3
que finalmente pasa al 4). Sin embargo, utiliza dos de las otras tres
secuencias de forma mucho más frecuente que el resto de equipos: las
ABAB y ABAC. La estructura de estas secuencias se considera más
compleja dado que implica que dos jugadores se pasen el balón mutuamente
en más de una ocasión, lo que en el mundo del fútbol se conoce
habitualmente como una pared.
Sin embargo, según los autores del
estudio los patrones de juego del Barcelona no pueden reducirse a
afirmar que este equipo hace más paredes que el resto. Según Rodríguez,
“este tipo de jugadas pueden hacer que se formen grupos de jugadores
aislados del resto y eso no ocurre en este caso. Lo que hemos observado
es que su forma de jugar hace que los jugadores estén más conectados, lo
que ofrece más alternativas de juego”.
Precisamente,
el siguiente paso del estudio será comenzar a analizar a los jugadores
que no están incluidos en estas secuencias: “Para nosotros también es
importante incluir a los jugadores que no están alrededor del balón, eso
haría más completo el análisis y será nuestro siguiente paso”, afirma
Rodríguez.
Ciencia aplicada al deporte
Pero
la aplicación de la teoría de redes no es algo novedoso en el mundo del
fútbol. Existen estudios anteriores que ya han analizado estrategias de
juego mediante este método. En esos casos el análisis se centraba en
estudiar el número de pases, la distancia recorrida por el balón o los
jugadores involucrados. “Nosotros observamos cómo evolucionan con el
tiempo los distintos patrones de pases. El objetivo de nuestro estudio, a
diferencia de los anteriores, no es tanto analizar la estructura sino
la evolución y la adaptación según avanza el juego”, asegura Rodríguez.
Entre los estudios anteriores se encuentran varios trabajos de otro investigador español, Javier López Peña, Profesor del University College
de Londres, quien ha valorado positivamente el trabajo de Rodríguez:
“Creo que aporta un punto de vista diferente a la hora de describir cual
es el estilo de juego de un equipo. Este término no está definido
científicamente, por lo que de momento nos tenemos que limitar a buscar
elementos diferenciadores entre equipos y después comprobar cómo estas
diferencias se corresponden con el conocimiento general del juego”.
El 95% del tiempo de un partido de fútbol transcurre dando pases, no tirando a puerta ni marcando goles.
Para
López Peña la aplicación de la teoría de redes al mundo del fútbol es
una manera diferente y necesaria de resumir lo que pasa en el terreno de
juego, ya que “el 95% del tiempo de un partido de fútbol transcurre
dando pases, no tirando a puerta ni marcando goles, sin embargo los
pases apenas se analizan en las estadísticas post-partido”. Pero para
ello, insiste, “hay que introducir técnicas de análisis más sofisticadas
que vayan más allá de simplemente contar cuántos pases ha dado un
equipo”. Según ambos investigadores este tipo de análisis puede
ofrecer información inmediata muy útil sobre el flujo de juego de un
equipo, indicando si abusa de los pases en largo o si buscan siempre a
los mismos jugadores, pero también puede ayudar a detectar cosas más
sutiles. “Por ejemplo, si hay dos jugadores en posiciones cercanas en el
campo que se pasan el balón con una frecuencia significativamente
inferior a la que sería habitual, esto puede ser un indicador de que hay
algún tipo de tensión o problema entre los jugadores. Para el
entrenador y el equipo, detectar estas cosas lo antes posible es muy
importante”, afirma López Peña.
La utilización de este tipo de
análisis se va introduciendo poco a poco en el mundo del fútbol, sin
embargo, ambos investigadores reconocen que siempre habrá ciertas
limitaciones. “Es complicado conocer todo, ya que no solo influyen las
estrategias, sino que también existen otros factores que aún no se
pueden calcular matemáticamente, como la motivación de los jugadores, la
influencia del ambiente, etc.”, asegura Rodríguez.
Igualmente
López Peña reconoce que “hay nociones referidas al fútbol que son
subjetivas, por lo que no sería razonable decir que nuestros números
tengan la última palabra sobre el tema”. Al fin y al cabo, y como dijera
en su día Vujadin Boskov: “fútbol es fútbol”.
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