Arreglando un corazón. Aficionados reparan su estadio.

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Todos conocemos algún campo de Tercera División que se encuentre cerca de casa, salvo contadas excepciones el césped es irregular, el barro hace acto de presencia en cuánto caen las primeras lluvias del Otoño y en las gradas (si el campo las tiene) se van produciendo desperfectos que con el paso del tiempo parecen eternos. Esta situación se vive en las dos puntas de España y nuestros dos equipos protagonistas saben mucho de desperfectos porque se pasan el verano preparando la puesta a punto del campo, los que os imagináis una cuadrilla de albañiles con mono y casco no conocéis de lo que son capaces los aficionados de la SD Tenisca y el UD Gijón Industrial, los dos equipos que son capaces de unir esfuerzos y crear turnos de voluntarios para realizar todas las tareas necesarias sin producir ese costoso gasto al club.

Durante esta semana que hemos pasado preparando este artículo hemos conocido gente maravillosa que se deja el alma, el sudor, las lágrimas y el bolsillo por su equipo. Sería injusto poner los nombres con dos apellidos ya que tengo conocimiento de la cantidad de gente que hace lo propio detrás de ellos y forman el equipo perfecto para que el 25 de Agosto, cuándo comience a rodar el balón, jugadores y aficionados están un poco más cómodos en su feudo.

Todos los días de la semana a las 8:00 de la mañana se juntan en el Estadio Virgen de las Nieves un grupo de socios, quedan tan pronto para evitar empezar con las altas temperaturas de la isla, pero acaban sufriendo los termómetros por encima de los 35 grados cuándo se acerca el mediodía. Para que los trabajadores puedan superar este calor una brigada se encarga de realizar la comida, la peña denominada “Las damas de Tenisca” hace todos los días del verano una comida para los aficionados que arreglan el campo.

Hasta el final de esta semana sus labores se han limitado al terreno de juego, tanto colocar las tuberías que van por una de las bandas como a replantar las zonas dañadas de césped. Su objetivo es tener el campo listo para el día 26 en el que recibirán al Tenerife en el primer partido de pretemporada.

Una vez disputado ese partido los trabajos se trasladaran a la grada, donde tienen previsto dar una capa de pintura a todo el estadio. También se subsanará cualquier desperfecto que se haya causado durante la temporada. La hora de vuelta a casa nunca esta escrita, posiblemente cuando la luz del día ya no sea suficiente para trabajar o todas las labores programadas para el día estén finalizadas, comiencen a abandonar el Estadio que les esperará para madrugar al día siguiente con mucho trabajo por hacer.

Todos los gastos derivados de las reparaciones corren a cargo de los aficionados que realizan una colecta para poder adecentar cada verano el campo y ponerlo a punto de cara a la nueva temporada.

Por su parte en Gijón, han comenzado este verano con las labores para arreglar los diferentes problemas que presenta el campo. Santa Cruz es un campo viejo y sus instalaciones se han visto deterioradas con el paso de los años, por ello han tratado de hacerle un lavado de cara pintando todas las gradas y barandillas.

A lo largo de la semana pasada han hecho dos turnos a las 10:00 y a las 17:00 para trabajar, durante esos 5 días han solucionado las cosas más urgentes y el equipo ya entrena en Santa Cruz para preparar la dura temporada que se presenta en la Tercera asturiana. 50 personas se han acercado para arrimar el hombro, desde el presidente y la junta directiva que propuso la actividad hasta diferentes aficionados, socios y padres del fútbol base que han respondido de manera desinteresada a la petición.

De esta forma, ambos clubes han conseguido hacer el campo un poco más vistoso y cómodo para jugadores y aficionados que seguro agradecen este gesto cuándo vuelvan a sus asientos en la nueva temporada. Así no solo se arregla un campo, también se arregla un corazón.

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