No está dicho que, pese a la situación clasificatoria crítica, Alcoyano, Girona, Gimnàstic y FC Cartagena sean equipos de Segunda B. La coyuntura actual de varios clubes permite mantener esperanzas de salvación incluso al último clasificado. Ya se ha debatido mucho sobre la situación del Racing, que, si no logra generar recursos para saldar determinadas deudas, podría enlazar a su descenso deportivo a Segunda A otro descenso administrativo. A la División de Bronce.
Y una debacle del Villarreal en la máxima categoría podría resultar beneficiosa para los colistas de la división secundaria. Si el cuadro de Lotina se viera superado porSporting o Zaragoza (el calendario da una oportunidad a asturianos y aragoneses con la nueva situación competitiva), y finalmente perdiera la categoría, el Villarreal"B" se vería afectado con otro descenso, por arrastre, a Segunda B. No termina aquí la relación de motivos para la esperanza, especialmente de trío de cola. Si Alcoyano, Guadalajara o Sabadell no cerraran su conversión en SAD (o el cumplimiento de los requisitos exigidos por el CSD en materia de Capital Social), tampoco podrían competir en la División de Plata. Cualquier descenso administrativo (o por arrastre) en competiciones organizadas por la LFP (es el caso), se compensaría con el mejor clasificado entre los descendidos en el campo. Por tanto, en las próximas semanas el campeonato se jugará en el campo... y fuera.
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