
Jugadores del Atlético Malagueño celebran un gol ante el Vícar la pasada campaña.
Diario Sur. Sergio Cortés
El Atlético Malagueño sufrirá una transformación a todos los niveles desde la próxima temporada. Detrás del cambio de entrenador, con la llegada de Jaime Molina por Rafa Gil (pese a que este tiene un año más de contrato), se encuentra el deseo de los dirigentes de convertir el filial en un equipo profesional, lo que será más evidente al celebrar los entrenamientos por la mañana, como si se tratara del primer equipo.
Los propietarios tienen una fijación: no se trata solo de promocionar jugadores, sino de formar personas. Es un mensaje que ha lanzado por activa y por pasiva el vicepresidente y consejero delegado, Abdullah Ghubn. En ese sentido, pretenden que los jóvenes de la cantera alternen los entrenamientos con su preparación académica. Estudiar es fundamental. Y consideran que es ilógico que un futbolista que tiene fijado su horario escolar por la mañana se vea obligado a faltar a clase, por ejemplo, cuando es convocado por Manuel Pellegrini para ejercitarse con la primera plantilla.
Esa es una de las razones por las que el filial del Málaga se preparará como un equipo profesional, para que sus jóvenes componentes tengan un horario escolar definido, en el turno de tarde, de modo que la presencia o no en el primer equipo, esporádica o constantemente, no suponga un trastorno. O si, como sucede en algunos casos, un futbolista tiene que desplazarse desde fuera de la capital, lo que obliga a variar el medio de transporte en función de la necesidad del club. Existe la certeza de que tarde o temprano el jugador acaba por verse afectado por tantos cambios.
Cambio de preparador físico
Esta nueva situación influirá en el cambio de preparador físico, porque la persona que desempeñaba esta función hasta ahora, el coineño Miguel López, se ve obligado a dejarlo debido a sus obligaciones profesionales. E independientemente de que Pellegrini quiera contar al ciento por ciento con Luis Martínez, que compaginaba la tarea de ojeador para el primer equipo con su papel de segundo entrenador del Atlético Malagueño, esta nueva situación también le perjudicaba.
Otra cuestión también importante, aunque ya conocida desde hace dos meses -cuando este periódico adelantó las negociaciones con Carlos Antón y Darío Sepúlveda para llevar las riendas del departamento de formación y metodología-, se centra en que el cuadro filial se estructurará en cuanto a su plantilla de la misma manera que el primer equipo. La apuesta por la continuidad de Manuel Pellegrini hasta el año 2015 es el fiel reflejo de que los dirigentes malaguistas desean que todos los conjuntos de la entidad tengan un modelo conjunto, no solo en el sistema de juego, sino también en los métodos de trabajo
.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario