En Sevilla el colegiado premió al provocador antes que al jugador.

El sábado como ya dije, iba a Almeria a ver el Yeclano, uno de los pocos equipos que tiene idéntica indumentaria que el F.C. Barcelona pero que poco se parece al club azulgrana, como es lógico. Un equipo, el Yeclano, con un presupuesto de los más bajos del grupo, compuesto por 14 jugadores de Yecla y que tras subir la temporada pasada, apenas ha incorporado cuatro jugadores tras el ascenso, con un juego tradicional de la segunda b, bien armado atrás, contundentes y jugando en largo para sus puntas. Cualquiera que vea la clasificación, dirá van últimos por muchos que tengan del pueblo, si, pero hay que verlos jugar, más bien dicho, luchar y disputar cada balón, así si no obtienen la recompensa de los puntos, al menos tienen la recompensa personal de haberlo dado todo en el campo y la recompensa de su público que les reconoce el esfuerzo a pesar de ser colistas. Esa es la actitud.
Y el domingo por la mañana fuí a ver el Sevilla At-Ecija Balompié, sinceramente, me sentí indignado con el árbitro y con lo ruines que somos todos los que estamos metidos en este mundo del fútbol, siempre que veo algo así pienso en la deportividad y caballerosidad del balonmano y sus jugadores, donde por más golpes que se den, nadie simula, nadie mueve el balón tras pitar falta, pocos son antideportivos y si lo son rápidamente lo pagan. En el fútbol, no, eso no existe, todo lo contrario, cuanto más pícaro, antideportivo, sucio, provocador, ...seas más te lo agradece tu grada y más ventaja sacas del árbitro que expulsa a cualquiera menos al que suele ser el causante de los líos.
Todo esto me refiero a la expulsión mediada la primera parte de Bello, jugador de banda derecha del Ecija que tras recibir un codazo en la cabeza, y tras dejarle más de un recadito verbal y fisico en sus piernas, terminó siendo expulsado por una excesiva simulación del que le provocó, amen del aplauso efusivo del público y de una anterior tanda de insultos hacia el pobre jugador del Ecija. Para colmo, minutos después el árbitro vuelve a expulsar a otro jugador del Ecija por una falta posiblemente dura, pero igual de dura que las que se llevo Bello de su rival.
En fin, este es el fútbol que también estamos criando desde abajo, si los que tienen que remediarlo no ponen medidas, por este camino antideportivo seguiremos.

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