
Hola a todos,
La semana pasada el Real Betis se enfrentaba en su feudo a
La figura más destacada del partido fue Beñat. Este talentoso mediocentro vasco de 23 años demostró su buen hacer en la medular verdiblanca, derrochando ganas, trazando provechosos pases a sus compañeros, imprimiendo el ritmo adecuado al juego, evidenciando su sacrificio e inteligencia táctica a la hora de robar balones y a la hora de fajarse en tareas defensivas y culminando su gran partido con un golazo que ovacionó acaloradamente todo el estadio. Beñat es todo un ejemplo de lo benefecioso que puede ser el primer filial bético para un club histórico que hoy día milita por segundo año consecutivo en Segunda División y que está atravesando uno de sus peores momentos de la historia a todos los niveles (excepto al que hace referencia a la afición, la cual sigue siendo fiel y apasionada con su equipo, demostrando que está muy por encima de las personas que mal dirigen el club).
Beñat es un centrocampista dinámico muy completo que conocemos de su etapa en el Athletic Club de Bilbao (llegó a integrar la primera plantilla durante un año), de su paso por el Conquense y desde el año pasado de su etapa en el Real Betis B. En mi opinión, Beñat no es actualmente un jugador fuera de serie que pueda marcar diferencias en Primera División, pero sí que es un futbolista muy capacitado para actuar en un equipo que aspira a ascender a la máxima categoría.
Después de su buena actuación en el partido copero, Beñat ha sido portada de la mayoría de medios informativos de la ciudad hispalense, apareciendo también en multitud de reportajes a escala nacional. Ahora parece que se ha descubierto que la cantera bética tiene buenos jugadores para su primer equipo actual, ahora todos se preguntan por qué no les han dado antes una oportunidad a estos chavales que como Beñat están exponiendo tan notables cualidades en un equipo que tampoco es que haya tenido estos últimos años a figuras de primer nivel que les hayan cerrado el paso con su buen hacer. Es ahora cuando, viendo lo que hay y ha habido estos últimos años en la primera plantilla bética, todos reparan en que quizás haya sido un error dejar marchar a perlas verdiblancas de la cantera como Álex Ortiz, Manu Gavilán, Zamora, Toni, etc, aburridos y asqueados por no tener oportunidades reales en el primer equipo a sabiendas que reunían cualidades para ello.
Cuando el año pasado el Real Betis descendió a Segunda División, era el momento (aunque debía haber sido mucho antes) para apostar de verdad por esta hornada de jugadores que venían pidiendo minutos con sus buenas actuaciones en el filial, pero ni Antonio Tapia, ni luego Víctor Fernández, depositaron su confianza en ninguno de ellos y, quizás por la presión y urgencia de conseguir objetivos a muy corto plazo, prefirieron seguir alineando a futbolistas acomodados de la vieja guardia verdiblanca o a otros que ni siquiera comprendían lo que se estaba jugando el club pero que tenían más nombre o habían costado más dinero. Pero tampoco es un problema de entrenadores exclusivamente, es un problema de cultura de club. En los últimos años, el equipo heliopolitano no ha cuidado ni trabajado convenientemente sus escalafones inferiores y muchos proyectos de buenos futbolistas se han quedado en el camino o han emigrado por falta de confianza y oportunidades (por no hablar de las instalaciones de su ciudad deportiva, muy lejos de un club de primer nivel como realmente debe ser el Real Betis). Teniendo que reconocer que en esta camada actual no hay ningún futbolista que pudiera destacar en un Betis que compitiera por puestos europeos, igualmente hay que resaltar que son jóvenes futbolistas que ya están preparados para rendir en este Betis mejor que muchos jugadores de los que han llegado al primer plantel en los tres o cuatro últimos años. A estos chicos hay que darles continuidad y la confianza de un entrenador que sepa gestionarlos convenientemente, pero siempre proyectando esa idea desde la dirección deportiva. No servirá de nada la gran actuación de Beñat en el encuentro de Copa si al primer partido malo que realice es enviado al banquillo y se deja de apostar por él. Cuando ese partido malo llegue, que llegará, es cuando hay que seguir alineándolo y mentalizándolo para que continúe sacando lo mejor de su fútbol.
Esperemos que el caso de Beñat les haya abierto los ojos a las personas que dirigen la política de fichajes y la parcela deportiva del Real Betis. Esperemos que sea así porque actualmente hay unos cuantos futbolistas que no deberían desaprovechar como han hecho con otros, y si no, cuando tengan ocasión fíjense en futbolistas como Damián (éste me parece buenísimo), Cañas, Ezequiel, Miki Roqué, etc... .
Y más abajo, en los juveniles, hay muchos chavales que vienen apretando fuerte.
Es una pena que en muchísimos clubes, no sólo en el Real Betis por supuesto, se busque fuera lo que se puede encontrar en la propia casa.
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