Ideal Granada.
De trabajar con profesionales del Granada CF en condiciones no siempre apropiadas, a hacerlo con todo un astro mundial que toma rumbo para las próximas olimpiadas. Los ex integrantes del cuerpo técnico rojiblanco Roberto Hernández y Eduardo Pérez -preparador físico y quiromasajista, respectivamente-mantienen viva la vinculación con el deporte asumiendo el entrenamiento personalizado, y los cuidados, del palista bielorruso Vladimir Samsonov, actual número seis del mundo.
Se trata de que el ex del CajaGranada - en la actualidad en las filas del Gazprom de Rusia- afronte en las mejores condiciones posibles las distintas competiciones que disputa, entre las que se encuentra la Liga del país más extenso del mundo, la europea ETTU aparte de otros torneos individuales como el Pro-Tour. Pero Rodríguez y Pérez no sólo tienen encomendadas esas funciones, sino que asumen otra más gratificante y de mucha mayor envergadura.
Y es que velan por que el que fuera campeón del mundo en 2009 mantenga, y potencie, sus facultades para los próximos Juegos Olímpicos, que se celebrarán en la ciudad británica de Londres del 27 de julio al 12 de agosto de 2012. Sin duda, un reto apasionante que les está «enriqueciendo» y haciendo confirmar que «en todas las disciplinas los deportistas se emplean con el mayor de los rigores para obtener el máximo rendimiento posible».
Roberto Hernández compagina esta actividad con la práctica de la docencia en el Colegio Cristo de la Yedra, un centro en el que está recién incorporado y al que agradece «la confianza que han depositado en mí».
Atrás quedan ya sus dos ciclos en el Granada CF, desarrollados de 2002 a 2003 y de 2005 a 2007. Y también su paso intercalado por la UD Almería (2003/04), amén de otras muchas colaboraciones con entidades menores (Vandalia, Santa Fe, Loja o Vandalia). Cientos de triunfos y un sonado ascenso -el del cuadro rojiblanco a Segunda B- jalonaron una trayectoria en la que también hubo algún que otro sinsabor.
«Mucha satisfacción»
Y eso mismo es lo que le hace encarar con «mucha satisfacción y motivación» esta nueva experiencia deportiva que nació a raíz de que a Vladimir «le surgiera la necesidad de trabajar su preparación física, de forma específica, para afrontar sus compromisos». En los tres meses que lleva al lado del número 2 de Europa, a Hernández le ha dado tiempo a comprender que «en esta tarea hay bastante menos prisas que las existentes en el fútbol. Nos podemos plantear un objetivo a largo plazo -la cita olímpica- y otros a más corto, como que mejore su rendimiento».
Roberto Hernández desvela que existe una diferencia abismal entre preparar a futbolistas y a los que exprimen su habilidad con las 'raquetas chicas'. Fundamentalmente, porque «los jugadores trabajan diez horas a los partidos, y los palistas, en torno a veinte. El que hago con Vladimir es un entrenamiento diferente al que acometía con las plantillas, porque las competiciones de tenis de mesa no siempre se desarrollan cada fin de semana, sino que están más espaciadas».
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