Como ya he comprobado, la carta que publiqué la semana pasada ha levantado expectación de todo tipo, desde apoyos hasta criticas, pero sobretodo, ha causado un revuelo el cual no era por la intención por la que se publicaba, ya que simplemente, tal y como decía, era para aclarar algunos comentarios erróneos y que me afectaban.
En ningún momento, ni la semana pasada ni nunca, mi intención es la de hacer daño a las personas que componen
Para los que lo pongan en duda, quiero dejar claro mi admiración por el escudo y por las instituciones que representan, el Antequera C.F. ( y por la U.D. Torcal, sirva de paso decirlo también) y deseando que todo salga lo mejor deportivamente hablando para ambos clubs.
Reitero mis disculpas a los directivos del Antequera C.F. que se han sentido ofendidos por mis palabras, pero lo único que buscaba era aclarar mi situación y mi salida del club para aquellos que “oían o decían” otros motivos.
Una vez aclarado esto, supongo que les llegará a los directivos, tal y como le llegó la noticia de la anterior carta, aunque, las cosas y palabras negativas vuelan más que las positivas, y seguramente esto no les llegue ni se lo transmitan como le transmitieron la anterior carta.
Por último, hago hincapié en la libertad de expresión que cualquier persona tiene, y lo bonito que es decir lo que pensamos con nuestro nombre, guste o no, pero lo suyo es escribir sabiendo quien escribe. Sin embargo, escribiendo desde el anonimato, poco argumento de debate existe. Esto lo digo, por los anónimos que he recibido, tanto de ánimo como increpando, a los cuales invito a que tranquilamente y sin miedo a nada (no entiendo el miedo que hay en este pueblo a escribir y firmar con tu nombre, con lo bonito que sería la libertad de expresión) me mande lo que quiera, pero con su nombre para poder aclararle las dudas que presenta.
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