El madrileño, cuarto entrenador de la temporada, tiene como objetivo asegurar un puesto en la lucha por el ascenso a Segunda B
El banquillo del Orihuela acogió ayer a su cuarto inquilino en lo que va de temporada. El exherculano Manuel Alfaro dirigió su primer entrenamiento tras una extensa charla donde inspiró ánimo a sus jugadores. El técnico afronta el reto de mantener al equipo amarillo en puestos de promoción de ascenso, disputar la promoción para subir a Segunda B y, sobre todo, que el equipo transmita buenas sensaciones en ataque.La directiva oriolana no quiso dejar pasar una jornada más con el tándem técnico provisional compuesto por Javi Navarro e Ignacio Camacho ante la pobre impresión que dio la plantilla frente al Ribarroja. El entrenador pudo ver a la plantilla junto a Ignacio Camacho que va ha mantenerse en el cuerpo técnico como segundo entrenador para hacer más fácil la adaptación del madrileño.
Alfaro se ha curtido en campos de Segunda y Tercera División. En su etapa como entrenador ha dirigido al Jove Español, San Fernando de Henares, Talavera, Toledo, con el que consiguió un ascenso a Segunda B y Club Jorge Wilstermann, que pertenece a la Primera División de Bolivia.
Manuel Alfaro tiene una larga trayectoria como delantero en Primera División en la que militó en el Atlético de Madrid entre 1989 y 1993 y en el Real Valladolid en la temporada 1993-94. En el conjunto del Hércules estuvo durante dos etapas, una primera de 1994 a 1998 y la segunda en la temporada 2001-02. Otros equipos donde estuvo contratado fueron el Villareal en la campaña 1998-00 y en el Real Murcia durante la temporada 2000-01.
El nuevo preparador, que se presenta este mediodía en el Hotel Tudemir, afronta la recta final de temporada después del sorprendente despido de Paco Onrubia, quien había instalado al equipo en la zona noble de la clasificación y responsable de haberle imprimido una gran robustez defensiva. A pesar de ello, la directiva no consideraba justificado el esfuerzo inversor de los últimos jugadores, que llegaron en el mercado invernal, hubiera dado fruto porque costaba sacar los partidos hacia adelante y faltaba gol.
La plantilla se encuentra en buenas condiciones a excepción de Álvaro Mas que se lesionó en el encuentro del pasado domingo frente al Ribarroja. En cuanto a la clasificación a los amarillos solo les separa siete puntos de primer clasificado y cuatro puntos del quinto.
Al conjunto escorpión le restan cuatro partidos previstos de Liga y uno atrasado por la huelga que realizó la Federación Valenciana de Fútbol que se juega mañana en el campo de la Magdalena en Novelda. Las cuentas salen en el club, donde manifiestan que con dos partidos vencidos se puede garantizar la cuarta plaza, aún así cuanto más alto quede el Orihuela en la clasificación más ventajas obtendrá en un hipotético sorteo para jugar la promoción como sucedió el año pasado donde tuvo a favor el factor campo en la vuelta de las dos primeras eliminatorias de la fase final de la temporada.
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