Tomar dulces en el desayuno ayuda a adelgazar

Uno de los principales dramas de toda dieta de adelgazamiento suele ser, sobre todo en los más golosos, la eliminación de los dulces del menú diario. Pero parece ser que no sólo no tendríamos que sustituirlos de forma completa por alimentos más sanos, sino que incluso en cantidades moderadaspodrían ayudar a adelgazar. Esa es la principal conclusión que se puede extraer del descubrimiento realizado por investigadores de la Universidad de Tel Aviv. Se ha probado que introducir algún tipo de postre, como un trozo de tarta de chocolate, en la primera comida del día puede ayudar a perder más peso y, además, mantenerlo a largo plazo. Eso sí, tendría que ser un desayuno equilibrado de unas 600 calorías y que constará también de proteínas y carbohidratos.
La clave de este descubrimiento es que ese capricho al cuerpo se realizaría por la mañana, que es cuando el metabolismo está más activo y se tiene más tiempo para quemar las calorías durante el día. Al introducir el postre sólo en el desayuno, se lograría evitar que se tuvieran otros antojos el resto del día. De hecho, tal como como señala Daniela Jakubowicz, profesora de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tel Aviv, luchar contra la tentación de los dulces por completo tiene efectos negativos, ya que crea una adicción psicológica a largo plazo.
El estudio, que se ha publicado en la revista “Steroids” se realizó durante 32 semanas y se comprobó que las personas que habían comido postre en el desayuno (chocolate, galletas, tarta, pasteles) perdieron una media de 18 kilos más que el grupo que evitó esos alimentos, y también lograron mantener ese peso durante mucho más tiempo. Se dividieron en dos grupos las participantes del estudio, con idéntica ingesta de calorías, pero con un cambio en su desayuno. Al primer grupo se le suministró una dieta baja en carbohidratos, con un desayuno bastante light de 300 calorías; mientras que al segundo grupo se le dio un desayuno de 600 calorías y rico en proteínas y carbohidratos. Al final del estudio, fue este segundo grupo el que había perdido una media de 18 kilos más que sus compañeros.
De sobra es conocida la importancia que tiene el desayuno, ya que nos aporta la energía necesaria para las tareas de la jornada, ayuda al correcto funcionamiento del cerebro y pone en marcha el metabolismo del cuerpo, que es fundamental para perder peso y mantenerse. Además, el desayuno es la comida que regula con más éxito la grelina, que es la hormona que controla el apetito.
Las dietas que eliminan postres y carbohidratos suelen ser muy efectivas al comienzo, pero se suelen acabar abandonando ya que empiezan a surgir los síntomas de abstinencia, y al final recuperan todo o gran parte del peso perdido, echando al traste todo el esfuerzo realizado. Por eso, los responsables de este estudio señalan que es mejor, para lograr una pérdida efectiva de peso, controlar los antojos con algún capricho en el desayuno que privarse de ellos totalmente.

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