Grupo IV: peligro de demolición

Elalmeria.es

Raúl Guillén y Josemi piden la carta de libertad en el Roquetas, esta mañana la plantilla se reúne y puede haber nuevas bajas

PABLO LAYNEZ · RUBÉN ALMAGRO

El Roquetas está sufriendo las consecuencias de una pésima planificación

La crisis económica amenaza con adulterar la competición en el grupo IV de la Segunda B. Tanto que no sería de extrañar que alguno de los clubes abandonase la competición o fuese expulsado de la misma antes de que termine la presente andadura, con las consecuencias que ello tiene en la clasificación. Dos de los tres equipos almerienses de la categoría está seriamente implicados: Roquetas y Poli Ejido no tienen para hacer frente a las nóminas y los jugadores han gritado un basta ya. Si la pasada semana Diario de Almería ya dio a conocer que parte de los profesionales celestes habían decidido abandonar el club, ayer dos futbolistas del Roquetas siguieron el mismo camino. Después de una infructuosa y caliente reunión mantenida con los directivos de la entidad rojilla, en la que se expuso a la plantilla que hasta febrero no iban a cobrar por falta de liquidez, el almeriense Raúl Guillén y el sevillano Josemi pidieron su carta de libertad. Pero estas bajas no van a ser las únicas. El capitán del equipo, Javicho, confirmó a Diario de Almería que los quince futbolistas del primer equipo que todavía tienen contrato en vigor van a reunirse esta mañana a las 9:30 en el vestuario y analizarán las medidas a tomar. Algunos de los jugadores tienen pensado seguir los pasos de Guillén y Josemi, pero dieron un margen de 24 horas por si alguna solución es posible. Si hoy no hay un milagro, que no parece, al club tan sólo le queda la salida de darle la libertad a sus profesionales. Todo el grupo IV de Segunda B camina por arenas movedizas. La delicada situación económica que atraviesan tanto el Poli Ejido como el Sporting Villanueva puede llevar a estos clubes a ser expulsados de la competición, siguiendo los pasos del Cerro de Reyes, que ya hizo lo mismo la pasada andadura. El conjunto de Villanueva del Fresno está encerrado en vestuarios desde hace una decena de días en demanda de unos sueldos que no llegan. Los clubes están obligados a abonar un recibo de 1.390 euros en cada uno de los encuentros en casa. Ni El Ejido ni Villanueva Promesas lo han abonado las dos últimas veces que han sido requeridos por los colegiados. El Código Disciplinario de la Federación Española dice muy claro en el artículo 80, referido al impago reiterado de los honorarios arbitrales: "El club que, por cuarta vez en una misma temporada, incumpla la obligación de abonar los recibos arbitrales será excluido de la competición con las consecuencias que para tal circunstancia prevé el artículo 77 del presente ordenamiento". En el caso del conjunto almeriense, a la posibilidad de ser descalificado se une la progresiva debilitación de su plantilla, de la que se han marchado tres jugadores (el algecireño Fran Amado, alegando motivos personales; Samir, por motivos deportivos y Quiles, por cuestiones profesionales). A estas dos entidades se unen otros tantas cuyos vestuarios parecen a punto de protagonizar un motín. La plantilla del CD Puertollano, sin directiva ni candidatos a la presidencia, ya hizo público la pasada semana un comunicado en el que anunciaba que se le acababa la paciencia. "Si no llegan soluciones a corto plazo nos veremos obligados a tomar medidas drásticas que afectarán al funcionamiento del club", decía el comunicado leído por el capitán, después de que los profesionales sólo hayan percibido el 60% de la primera nómina. El caso es que la diáspora de futbolistas no se ha hecho esperar. El extremo Fran Piera ya ha reconocido abiertamente que quiere enrolarse en el Sabadell de la Liga Adelante, que está dispuesto a entregar alguna compensación al conjunto de Ciudad Real a manera de traspaso.